divendres, 15 d’abril del 2022

14 de abril de 1931, el inicio de la revolución española

 ¿Fue la República el resultado de las elecciones o de un intenso proceso de lucha de clases?

Tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, en las que las candidaturas republicanas obtuvieron una amplia victoria en las principales capitales, miles de jóvenes y trabajadores salieron a la calle en contra del régimen político y la Corona. Las grandes demandas democráticas pendientes como la reforma agraria, la separación de la Iglesia y el Estado, el fin de la Monarquía o los derechos democráticos nacionales de vascos, catalanes y gallegos, se mezclaban con las demandas obreras contra los alquileres, por la subida de salarios y contra los despidos que empezaban a extenderse como parte del impacto de la crisis del 29.

Estas movilizaciones masivas no cayeron del cielo. En lo que va de año la efervescencia social se extendía por todo el Estado. El decrépito régimen de la Restauración, con Alfonso XIII a la cabeza, hacía aguas. En febrero dimitía el sucesor de Primo de Rivera, el General Berenguer, dejando paso al Almirante Aznar. Un cambio de caras que fue incapaz de contener la ola de huelgas obreras y las protestas estudiantiles.

El 13 de abril, la localidad vasca de Eibar fue la primera en proclamar desde el Ayuntamiento la República. Le seguirían el resto de consistorios, incluyendo el de Madrid, al día siguiente, 14 de abril. En Barcelona serían los dirigentes del ERC, Lluís Companys y Francesc Macià, quienes lo harían de un modo especial. En la Plaza Sant Jaume proclamaban la República catalana como parte de la República Federal española, como un intento de forzar una negociación con el gobierno provisional para que reconociera la Generalitat y habilitara el proceso de elaboración de un nuevo estatuto de autonomía.

¿Una revolución democrática o un proyecto reformista para evitar una revolución social?

El nuevo gobierno estuvo integrado por republicanos burgueses de izquierda y dirigentes del PSOE. Elegiría como presidente a Manuel Azaña, de Esquerra Republicana. Sin embargo sus primeras decisiones marcaban sus intenciones de promover un cambio de régimen sin una ruptura total con el establishment existente y mucho menos con el sistema social. Decidieron, en primer lugar, facilitar la salida de Alfonso XIII y su familia del país, imposibilitando que pudiera ser juzgado por los crímenes de su reinado. En segundo lugar, entregaron la Presidencia de la República a Niceto Alcalá Zamora, un ex-monárquico conservador y uno de los grandes terratenientes del país.

Una dualidad iba a atravesar a la II República durante toda su historia, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra. Por un lado el 14 de abril puede considerarse como la fecha de arranque de la revolución española, un proceso dilatado y con altibajos que no será sofocado definitivamente hasta la derrota de los obreros revolucionarios en la Barcelona de mayo del 37 y la posterior victoria de Franco casi dos años después.

Por otro, ese mismo día arrancan también los esfuerzos de los dirigentes republicanos y reformistas para contener las aspiraciones democráticas y sociales de obreros y campesinos, detrás de un programa que, en lo fundamental, se negaba a avanzar sobre los intereses de los grandes capitalistas y terratenientes, y fue incapaz de descabezar a las fuerzas de la reacción – Iglesia, monárquicos, carlistas y militares golpistas – que en 1936 iniciarían la guerra para acabar con la misma República y todo resto de organización obrera o campesinada .

El bienio progresista y el enfrentamiento con el movimiento obrero y campesino

De hecho, la conflictividad social no se detendrá con la llegada de la República. El proceso constituyente y el primer gobierno republicano, el llamado “bienio progresista”, tendrá en la calle uno de sus principales desafíos. Fueron miles los trabajadores y campesinos descontentos con la lentitud de las reformas, y esto se expresó en movilizaciones como las de mayo de 1931 en Madrid que terminó en una ola de quema de edificios religiosos, las protestas campesinas en Andalucía en diciembre de ese mismo año, los levantamientos campesinos de Arnedo y Castilblanco, las insurecciones del Llobregat en enero de 1932 o la masacre de Casas Viejas de enero de 1933, donde el gobierno asesinó a 21 campesinos.

En el campo, la Reforma Agraria del “bienio progresista” dejaba intacta la gran propiedad que contara con los títulos de propiedad en regla y garantizaba una altas indemnizaciones en los escasos supuestos en los que se podían llevar a cabo expropiaciones. Esto implicaba que se calculaban 100 años para poder resolver el problema del campesinado sin tierra. Todavía hoy seguiría aplicándose. En la ciudad, el Ministro de Trabajo Largo Caballero, del PSOE, que había desempeñado ese mismo cargo con Primo de Rivera, mantuvo intacta la legislación antisindical y se enfrentó directamente a las huelgas y reivindicaciones de los trabajadores.

La Iglesia, salvo medidas excepcionales tomadas contra los Jesuitas y otros órdenes, mantuvo intacto su patrimonio. Y en el Ejército, la casta de oficiales sufrió algún agravio menor, pero se les mantuvo en activo y ante algunas tentativas golpistas, como la de Sanjurjo en agosto de 1932, se trató a los golpistas con una condescendencia que ya quisieran para ellos muchos huelguistas encarcelados.

La brecha entre las aspiraciones de trabajadores y campesinos, y las ilusiones truncadas en el gobierno republicano-socialista fueron aumentando ostensiblemente. La respuesta del gobierno Azaña fue aprobar una Ley de Seguridad de la República cargada de disposiciones represivas contra los luchadores que dejaron un saldo de 9.000 presos políticos en enero de 1933.

El ascenso de la derecha y la Comuna asturiana. ¿Un “ensayo general” de la revolución del 36?

La debilidad de la izquierda revolucionaria, en ese momento representada por la Izquierda Comunista de Nin, sumado a la política sectaria del estalinismo (enfrascado en su etapa del “tercer período”) y la división del anarquismo entre una ala reformista (los “treintistas”) y otra antipolítica e insurreccionalista cada vez más desatada de los trabajadores, hizo que la crisis del gobierno progresista fuera capitalizada por la derecha.

Ésta es la razón - y no el “voto de las mujeres” como aludieron muchos reformistas misóginos que se habían opuesto al mismo en las Cortes Constituyentes con el argumento de que votarían lo que les dijeran los curas – por la que al noviembre de 1933 ganarían las elecciones las fuerzas de la derecha, el Partido Radical y la recientemente fundada Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA).

El gobierno Lerroux inaugura en 1934 el llamado “bienio negro”, dos años en que las escasas reformas aprobadas en el primer bienio -incluida la timidísima Ley de Reforma Agraria- fueron echadas hacia atrás y la represión contra el movimiento obrero y campesino se incrementó brutalmente. Este ascenso de la derecha coincidió con un evento internacional de gran relevancia, en enero de 1933 Hitler asumía la cancillería del Reich y un mes más tarde se producía el incendio del Reichstag que inauguraba la dictadura fascista en Alemania.

La amenaza de la reacción y la experiencia alemana (donde las direcciones socialistas y estalinistas habían permitido el ascenso del fascismo sin presentar combate) llevó a que algunas organizaciones obreras se decidieran a poner en pie organismos de frente único obrero. En diciembre de 1933 se había fundado la Alianza Obrera en Cataluña. Lamentablemente las principales organizaciones del movimiento obrero se negaron a esta política -como la CNT, con la excepción de su sección asturiana-, o se sumaron sin la voluntad de que ese frente se desarrollara -como el PSOE- o se adhirieron tarde -como el PCE que no lo haría hasta septiembre de 1934-.

Más allá de sus dirigentes, muchos militantes anarquistas y sobre todo del PSOE y las Juventudes Socialistas empezaban a radicalizarse ya realizar una experiencia con sus direcciones reformistas. Esta esquerdización tenía lugar en otros países como en Francia, donde los trotskistas trataron de confluir con ella entrando en la SFIO para conseguir construir un partido revolucionario que ofreciera una alternativa a la quiebra política de la II y la III Internacional evidenciada especialmente en Alemania .

En octubre de 1934 la CEDA entró en el gobierno, lo que fue el detonante para la insurrección por la que trabajaban estos sectores. Los mineros de Asturias, se adueñaron del territorio, levantaron comités y se enfrentaron militarmente a la Guardia Civil y el Ejército.

En las grandes capitales la dirección socialista rehuyó dirigir la huelga general y la insurrección. En Madrid los obreros iban a los locales del PSOE buscando indicaciones de qué hacer, pero sus dirigentes estaban literalmente desaparecidos. La dirección de la CNT no brindó apoyo al levantamiento, salvo en Asturias.

En Cataluña, la Alianza Obrera llamó a la huelga general, que fue un éxito pese a la oposición de la dirección anarcosindicalista, pero las organizaciones que la dirigían -la IC de Nin y el Bloc Obrer y Pagès de Maurín- se van supeditar explícitamente a la dirección del Presidente de la Generalitat, Lluís Companys. Éste se rendiría a las tropas enviadas por el gobierno central sin prestar apenas resistencia. La autonomía catalana quedó suspendida y el gobierno de la Generalitat encarcelado.

En ese marco, la Comuna asturiana quedó sola y aislada y el Ejército, comandado por el general Franco, la aplastó con un saldo de cientos de muertos y detenidos. Aún así, su derrota no significó la muerte de la revolución española, sino que esta heroica experiencia iba a ser retomada por los trabajadores y campesinos del resto del Estado dos años más tarde en aquellas zonas donde se derrotó el golpe militar .

El Frente Popular y el ascenso obrero y campesino de la primavera del 36

El rumbo cada vez más autoritario del gobierno de Lerroux no pudo evitar que entrase en una crisis interna cada vez mayor durante 1935. Los casos de corrupción iban deslegitimándolo cada vez más, a la vez que se llenaban las prisiones de obreros y campesinos (más de 30.000) y cientos de locales y periódicos de sindicatos y partidos obreros eran clausurados. En octubre todas las organizaciones obreras iniciaron una fuerte campaña por la amnistía que acabó de perforarle el suelo y fueron convocadas elecciones anticipadas en febrero de 1936.

Las organizaciones reformistas, el PSOE y el PCE sumido en el viraje de la III Internacional en favor de las políticas de colaboración de clases con las burguesías “democráticas”, llegaron a un acuerdo electoral con los partidos republicanos burgueses (IR, UR , ERC). Se constituyó así el Frente Popular, en base a un programa reformista inspirado en el del primer bienio. Es decir, en el que se aceptaba la irresolución de grandes demandas democráticas como la cuestión agraria y el respeto sacrosanto a la gran propiedad capitalista. UGT lo integró también y la CNT se mantuvo formalmente independiente pero sin realizar su tradicional campaña de abstención. El joven POUM -formado en octubre del 35 fruto de la fusión de la IC y el BOC- acabó sumándose,

La victoria del Frente Popular trajo un nuevo gobierno de coalición con Manuel Azaña como Presidente. La Generalitat se restableció y el gobierno quedó indultado. Sin embargo la dinámica del primer bienio se iba a repetir de forma acelerada e intensificada. Las promesas e ilusiones reformistas eran incapaces de frenar la iniciativa de trabajadores y campesinos para resolver efectivamente todas sus demandas postergadas.

Al día siguiente de las elecciones se produjeron grandes manifestaciones en las cárceles para exigir la inmediata libertad de los presos políticos, llegando incluso a asaltar las prisiones y liberar a los presos antes de que llegara el decreto gubernativo, como ocurrió en Valencia. Un día más tarde, se inició una ola de huelgas exigiendo aumentos de salario, la reincorporación de los despedidos durante el “bienio negro” y otras reivindicaciones. No encontraremos una sola ciudad que en los meses siguientes no viviera al menos una gran huelga general o de algún sector clave de la clase obrera.

En marzo, la agitación tomó cuerpo en el campo andaluz y extremeño. Los campesinos tomaron en sus manos y por sus propios métodos la resolución del problema agrario. Más de 200.000 participaron en empleos masivos de las tierras de los terratenientes que la Ley de Reforma Agraria se negaba cerca.

El gobierno Azaña, ya partir de mayo el de Casares Quiroga (el primero sustituirá a Alcalá Zamora en la Presidencia de la República), se mostrarán incapaces de contener la movilización social. Al mismo tiempo la derecha, el alto mando del Ejército y los grandes industriales y financieros empezaron a preparar el golpe con total impunidad.

En los últimos meses de la II República sin guerra, las tendencias a la revolución y la contrarrevolución tomaban día a día más cuerpo. El reformismo aparecía como una tercera posición impotente. Impotente para las clases dirigentes que la despreciaban por inútil. También para los trabajadores que estaban haciendo una amarga experiencia con él al dejar insatisfechas sus principales demandas, y por otra parte actuar como un obstáculo mismo para enfrentar el golpe que se avecinaba.

Por último entre el 17 y el 19 de julio se producía la revuelta militar. El gobierno del Frente Popular volvió a hacer gala de esa impotencia, llamando a la calma y tratando de negociar con los golpistas. Sin embargo, nuevamente los obreros y campesinos estuvieron a la altura. Tomaron la iniciativa y salieron a enfrentar a los militares sublevados. Allí donde llegaron a tiempo, la cadena de mando del Ejército se quebró y el golpe fracaso.

Se iniciaba así la guerra civil, en la retaguardia republicana los trabajadores empezaron a poner en marcha un programa de revolución social ya construir organismos de auto-organización para dirigir la vida social, económica y militar. Las tareas democráticas y sociales postergadas por los gobiernos republicano-socialistas empezaban a resolverse de inmediato, pero esta vez tampoco lo iban a permitir. Aunque este tema seguramente va a dar para otro artículo.

Fuente: Esquerradiari



dilluns, 12 de juliol del 2021

El catalán Gaspar de Portolá, gobernador de California.

 Extremo occidental de Cataluña, casi limítrofe con Huesca. En la bucólica aldea de Os de Balaguer, en aquella época una población de apenas cuatrocientos habitantes, nacía en el 1716 Gaspar de Portolá i Rovira, militar que años más tarde fundaría en Norteamérica Monterrey y San Diego, y ostentaría el cargo del primer gobernador de California.

De origen campestre, pero de familia noble, se alistó al cuerpo de dragones y granaderos a los catorce años. En tres años le nombrarían alférez, y llegaría a capitán con 47 años. En su hoja de servicios, conservada en el Archivo de Simancas, se destaca su buen hacer, diligencia y conducta, así como su trato humanitario a la hora de desempeñar sus misiones.

Transcurría el año 1768 cuando su sino dio un vuelco. El por aquel entonces capitán de los dragones de Méjico recibe una misión, una orden entregada de la mano del visitador de la Corona en Nueva España, José de Gálvez, Marqués de Sonora. Don Gaspar abrió el sello lacrado de la carta y encontró una encomienda firmada por Carlos III. Expulsar a los jesuitas de las misiones americanas para otorgarlas a los franciscanos. Sobre Portolá recaía el papel de ocuparse de las inhóspitas Californias. Un territorio salvaje, desértico y apenas explorado. De la mano de Fray Junípero Serra, el llamado apóstol de California; motivado por una avidez exploradora y para ayudar a extender la palabra de Dios entre los indígenas, aceptó el reto y se hizo a la mar con parte de su regimiento y algunos voluntarios catalanes.

Con todo, no se trataba de una conquista al uso; la única misión de los militares consistía en el reconocimiento del terreno y la protección de los religiosos. Lejos quedaron las prácticas «franciscopizarranas» y «hernáncortesianas» del exterminio. En el siglo XVIII el imperio se encontraba en decadencia, justo por eso decidió cuidar a las poblaciones locales de la Nueva España. Los criollos comenzaban a acumular poder, y las insurrecciones resultarían en un mal contratiempo. En su lugar, se llevaba a cabo «la conquista religiosa». Evangelizar a los nativos y clavar la bandera en un fuerte era todo requisito que se necesitaba para decir «ahora esto también pertenece a las Españas». En un intento por emular las costumbres duelísticas de la Verdadera Destreza, que abogaba por el honor en combate, y abala a aquellos lo suficiente capaces como para ganar un combate tan solo desarmando al enemigo, o hiriéndolo lo menos posible, los gobernantes preferían acumular tierras sin derramar sangre. Del mismo modo, se apostaba más por el sincretismo cultural y el mestizaje entre colonos y autóctonos que en la segregación o sometimiento bajo las armas.

Con el título de gobernador de Las Californias ya en el bolsillo, Portolá comandó dos expediciones en busca de la bahía de Monterrey. Ambas las estructuró con una columna que avanzaría por mar, perfilando la costa; y otra que discurriría por tierra. No estuvieron exentas de penurias; a bordo, las nieblas dificultaron la navegación y el escorbuto acabó con parte de la tripulación. En tierra eran frecuentes los ataques de osos, coyotes, y los días de hambruna. Armados con sables, fusiles y granadas, poco tenían estas armas por hacer contra las tormentas y ventiscas.

Misión de San Diego de Alcalá en 1848.

Arribaron al fin a la actual San Diego, donde se fundó la primera misión, San Diego de Alcalá. Según la estrategia de Fray Serra, ese sería el corazón de todas las misiones a extender por el territorio. A pesar del éxito inicial, en esta primera encomienda quedó un punto por tachar. Durante su singladura, no lograron hallar la bahía de Monterrey. Portolá lo excusó con que la cartografía anterior de Sebastián Vizcaíno databa de 167 años antes y no era demasiado precisa, o que el agresivo clima habría mutado la orografía de la zona. Fray Serra instó a don Gaspar a hallar la bahía, ya que según las antiguas cartas de navegación, constituía un puerto idóneo para el aprovisionamiento de la zona; pero el capitán se mostró reticente. Los víveres escaseaban y los hombres morían a manos de enfermedades derivadas de la desnutrición. La misión zozobraba, más a punto de hundirse que de continuar a flote.

Gaspar dio la orden, imperaba la retirada a Méjico. No era plausible mantener a su escuadrón en aquella tierra dejada de la mano de Dios para verlos morir. El franciscano le rogó: «cuatro días». En teoría, una nave cargada de suministros estaba por llegar. Pero ya habían pasado semanas mirando desesperanzados a la costa, y nada semejante a un barco se dibujaba en el horizonte. Aún así, Gaspar accedió, y esperó cuatro días más. Corría el mediodía del cuarto día, el regimiento ya empaquetaba los enseres para la partida cuando de entre la neblina marina surgió el casco de tan ansiada nave. Frailes, soldados y nativos no pudieron si no atribuirlo a un milagro divino.

Repuestos y pertrechados, Gaspar dispuso una nueva misión. La bahía de Monterrey estaba ahí, oculta, y alguien debía encontrarla. Partió desde la humilde San Diego, pasó por Los Ángeles y Santa Barbara y no se detuvo hasta alcanzar San Francisco. Aunque desconfiaba de su mapa, sabía que la bahía no podía estar tan al norte. De alguna manera, la habían pasado por alto. Volvió sobre sus pasos, y una despejada mañana de otoño Monterrey se abrió ante él. Resultó que el mapa no erraba, pero las nieblas habían ocultado su visión a los exploradores. Allí fundó la segunda de todo el entramado de misiones que debían establecer en el territorio. Asegurado el enclave, el primer gobernador de California volvió victorioso.

Sobre las razones que llevaron a Carlos III a expulsar a los jesuitas, poco o nada se sabe, pero si hay una intriga que no pasó desapercibida. El embajador español en Londres descubrió las pretensiones rusas sobre el oeste norteamericano. El emperador, que ya chirriaba dientes por aguantar que los molestos ingleses colonizaran el este se puso manos a la obra. Si las bulas papales otorgaban al Imperio donde nunca se ponía el Sol derechos sobre todo el nuevo continente, una banda de siberianos no se lo impediría. Por eso tomó cartas en el asunto para que el Aspa de Borgoña ondeara en las plazas californianas y detener el avance ruso.

El dominio sobre estas tierras fue exiguo y poco más que testimonial, pero dejó su huella en la historia estadounidense. No solo en topónimos, edificios y basílicas de la época aún se mantienen firmes en los centros históricos de las ciudades. En la memoria colectiva siguen presentes los exploradores castellanos, portugueses, aragoneses, catalanes navarros y vascos, inmortalizados en sinfín de placas conmemorativas y estatuas por el territorio norteamericano.

Fuente: La piedra de Sisifo


dissabte, 20 de juny del 2020

Tarragona licitará un proyecto para explotar la ruta de los primeros cristianos

Museo Bíblico Tarraconense | Tarragona Turisme
La Tarragona romana, la ruta medieval, la modernista, la judía y un largo etcétera de propuestas que, más allá de la visita a los complejos Patrimonio de la Humanidad, siempre han quedado en un segundo plano cuando se habla de la oferta turística de la ciudad. Sin embargo, ahora el Ayuntamiento quiere priorizar una de estas propuestas. Se trata de la ruta paleocristiana o de los primeros cristianos de Tarraco. Un proyecto que quiere situar a la ciudad en el kilómetro cero del cristianismo en la Península y que busca atraer a viajeros de todo el mundo.

Según avanza la concejal del Patronat Municipal de Turisme de Tarragona, Laura Castel, «en breve» saldrá a licitación la redacción de un proyecto que servirá como punto de partida. «No nos estamos inventando nada, es algo que ya existe, pero por lo que nunca se había apostado, y que ahora queremos explotar», afirma. Este trabajo previo incluirá una diagnosis con actuaciones a corto, medio y largo plazo, que deben servir para darle el «impulso definitivo» y «dignificar» algunos de estos espacios.

El Patronat de Turisme trabaja en este proyecto codo con codo con el Museu Bíblic. Y, en concreto con su director, Andreu Muñoz, quien es el alma mater de la propuesta. «El objetivo es intentar revitalizar una ruta que de facto está creada y activa», explica. No obstante, según reconoce presenta «deficiencias importantes».

El relato se articula alrededor de cuatro espacios. Se trata del Amfiteatre, la Necròpolis, Centcelles y, finalmente, la Part Alta, con la Catedral, el Museu Bíblic y el Seminari.

«Tarragona es de las capitales referentes en el patrimonio paleocristiano y aquí tenemos documentados los mártires más antiguos de la península», explica Muñoz. Su ejecución fue en el año 221 en el Amfiteatre, el espacio en el que el obispo de Tarraco, Fructuós, fue quemado junto a los diáconos Auguri y Eulogi. Representa el punto de partida de esta ruta que ahora quiere potenciarse. Un espacio de culto durante la época de los primeros cristianos, que conserva restos de la basílica visigoda, sobre la que posteriormente se estableció la iglesia medieval de Santa Maria del Miracle. «Si ahora mismo este espacio tiene algún valor es este testigo martirial», añade.

La siguiente parada, la Necròpolis, el espacio en el que fueron enterrados los mártires y que constituye uno de los complejos funerarios más valiosos y desconocidos. «Se convirtió en una gran zona de peregrinaje, con gente de todas partes que venía a venerarlos», añade el director del Museu Bíblic. Sin embargo, la gran basílica martirial, con los restos de Sant Fructuós, está tapada y debería reexcavarse para que el público pudiera conocerla.

Centecelles, con la iconografía de los siglos IV y V, y la Acrópolis, con la Catedral y el resto de equipamientos situados en sus alrededores, constituyen otros de los puntos de interés. Muñoz se muestra convencido de que, para conocer la historia eclesiástica de la Península hay que visitar estos espacios. «Tarragona es el ombligo y tenemos el relato a partir del testigo de los mártires, lo que pasa es que nunca se lo han acabado de creer y necesitas coger a una empresa que lo traslade en un plan de mercado», añade.

Un proyecto más amplio Más allá, el estudio que ahora ha encargado el Ayuntamiento, quiere poner negro sobre blanco en cuanto a las inversiones que deberían llevarse a cabo. «El producto es muy bueno, pero al final tienes unos déficits estructurales que necesitan de un plan de contingencia para poder salir a vender el producto con la cabeza alta», continua explicando. Sin embargo, el director del Museu Bíblic defiende que este puede suponer un antes y un después para el turismo de Tarragona.

Tan solo cuando se celebró el Any Jubilar de Sant Fructuós, alrededor de 50.000 peregrinos visitaron la ciudad. Ahora, incluso se está planteando esta propuesta para enmarcarla dentro de un ámbito más amplio, a nivel catalán, que permita crear una ruta de turismo religioso. Tarragona quiere presentarse como el kilómetro cero, el punto de partida que representa la historia antigua de la Iglesia.

Las iglesias de los Pirineus, la ruta del Cister y Ripoll constituyen la representación del pasado medieval. Mientras que, la ruta Ignasiana y Montserrat se inscribirían en la época moderna. Finalmente estaría la Sagrada Familia, una muestra contemporánea el año pasado registró unos 4,5 millones de visitantes. «Imagínate autocares de gente venida de todo el mundo que pudiera pasarse una semana recorriendo cada uno de estos espacios», concluye Andreu Muñoz.

Fuente: DiarideTarragona

dimarts, 10 de setembre del 2019

"Sagunt, Patrimoni de la Humanitat" en la tercera edición de la Universitat d'Estiu el 12 y 13 de septiembre.

La actual edición, que reunirá a docentes, especialistas en patrimonio cultural de la Universitat de València, profesionales, estudiantes y ciudadanos de la localidad y su entorno próximo, se enmarcan dentro del proceso iniciado por el Ayuntamiento de Sagunt para la presentación dela candidatura de la ciudad a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

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La Universitat de València, en su compromiso con el territorio y la sociedad local valenciana, ha querido impulsar esta acción académica ligada a la formación, la investigación y la transferencia del conocimiento, que se centra en el capital simbólico de Sagunt como patrimonio cultural vivo. Esta población se engloba dentro de la red de universidades estacionales, y escoge como temática principal el Patrimonio de la Humanidad, mientras que el resto de municipios que la integran son Alzira (Medio ambiente); Xátiva (Turismo cultural, enológico y natural); Ademuz (Paisajes de oportunidad); Aras de los Olmos (Nuevas tecnologías. Astronomía y Desarrollo); Gandía (Derechos alrededor del mundo); Buñol (Patrimonio musical); Alaquàs (Análisis del Castell-Palau de Alaquàs); Llíria (Música, sociedad y territorio); Enguera (Desarrollo rural y nuevas tecnologías); Ontinyent (Talento, oportunidades y desarrollo); y L'Eliana (Smart city).

La jornada, que se celebrará en el centro cultural 'Mario Monreal' será inaugurada por el Alcalde de Sagunt, Darío Moreno, la diputada de Bienestar Social, Pilar Sarrión, Jorge Hermosilla, Vicerrector de Proyección Territorial y Sociedad de la UV; el Presidente del Consell de Sagunt: Patrimonio de la Humanidad, Quico Fernández, y la Coordinadora de la Universitat d'Estiu de Sagunt, y profesora de Historia del Arte de la Universitat de València, Ester Alba Pagán.

A continuación, se dará paso a las intervenciones de Josep Montesinos, Decano de la Facultad de Geografía e Historia de la UV, que hablará sobre la 'Participación ciudadana y la valoración social del patrimonio cultural'; Rafael Zurita, del Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante, que disertará sobre 'Campos de batalla y la Guerra de la Independencia como caso de historia pública'; Miguel Requena, que tratará sobre 'La recreación histórica como historia pública'; y Ferrán Arasa i Gil, profesor del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universitat de València, que centrará su exposición en el tema 'Sagunt, cruce de caminos'.

A partir de las 19:00 h, bajo la moderación de Ester Alba, se presentarán los trabajos de la fase previa del Dictamen de Sagunt Patrimonio de la Humanidad por la Universitat de València. Participarán la arqueóloga Eva Bravo y los profesores de la Universitat de València Vanesa Albelda, Eva Mompó, Ximo Revert y Ghaleb Fansa.

Durante la jornada del viernes, Carmen Aranegui, Catedrática emérita de la Universitat de València, hablará sobre 'Sagunt: capital simbólico en el imaginario colectivo; José Castillo, del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada, sobre 'El concepto actual del Patrimonio Cultural: del patrimonio integral al patrimonio vivo'; y Ester Alba, sobre 'Aspectos clave de la socialización del patrimonio cultural. Valoración social del patrimonio de Sagunto y diagnósticos de gestión'.

Además, Alba moderará una segunda sesión de la presentación de los trabajos de la fase previa del Dictamen de Sagunt Patrimonio de la Humanidad por la Universitat de València, en la que participarán los profesores de la Universitat de València Pau Rausell, Luis Pablo Martínez y Maite Abad.

Fuente: levante-emv

divendres, 4 de gener del 2019

'Excavar las fosas es algo ultrasensible. Las cosas se tendrían que hacer mejor´.

Soldados republicanos avanzan durante la Batalla del Ebre. Al fondo, Ascó. FOTO: Fondo Archivo Histórico del PCE

«Es una cuestión ultrasensible. Se tiene que hacer con mucho cuidado. Muchas personas aún siguen buscando familiares fallecidos en la Batalla del Ebre. El Govern tiene la obligación de hacer las cosas bien. Y ahora hay cosas que son muy mejorables». Mientras se va apagando poco a poco el eco de las conmemoraciones del 80 aniversario de la que fue la batalla más sangrienta de la Guerra Civil, el alcalde de Miravet, Antoni Borrell, se muestra muy crítico con la forma en que el Govern está desarrollando su Plan de Fosses. 

La Generalitat concedió a investigadores de la URV, encabezados por el historiador y decano de Lletres Josep Sánchez Cervelló, el contrato para que buscasen en la comarcas del Priorat, la Ribera, la Terra Alta, el Baix Ebre y el Montsià las fosas donde fueron enterrados los soldados, en su inmensa mayoría republicanos, fallecidos en la Batalla del Ebre.

Contacto con el territorio

Cervelló y su grupo hicieron un exhaustivo trabajo de campo, basado sobre todo en la información oral. Payeses y gente del pueblo les indicaban dónde podían estar los enterramientos colectivos. La URV estaba de este modo en contacto directo con el territorio. 

En la demarcación constan 173 fosas, medio centenar de ellas en la comarca del Priorat

Tras meses de trabajo, señalizaron 138 fosas contando las confirmadas con toda seguridad, las probables y las que ya habían sido exhumadas. De ellas, había 52 en el Priorat (32 confirmadas, 16 probables y 4 exhumadas), 45 en la Ribera d’Ebre (28, 15 y 2, respectivamente), 34 en la Terra Alta (22, 11 y 1), 5 en el Baix Ebre (1 confirmada y 4 probables) y 2 en el Montsià (ambas confirmadas). 

Todas ellas fueron incorporadas a una web de la Generalitat en la  que constan todas las fosas de Catalunya. En el mapa que se puede consultar en http://fossesirepressio.cat/ constan 173 fosas en las diez comarcas tarraconenses. En el conjunto de Catalunya son 495 ya señalizadas. El primer mapa de fosas se realizó en 2010 y localizaba 179. Seis años después, a finales de 2016, ya eran 380. 

La comarca que más tiene en Tarragona es el Priorat, con medio centenar, algo lógico porque allí se ubicaron los hospitales de campaña que atendían a los heridos de la Batalla del Ebre. Los que no sobrevivían eran inhumados en campos cercanos. Le sigue la Ribera d’Ebre, con 43. Las comarcas en las que menos se han hallado son la Conca de Barberà (3), Alt Camp (4) y Montsià (4). 

Tras la localización por la URV de esas 138 fosas, la Generalitat sacó a concurso la apertura de las fosas y el estudio de las mismas. Una empresa leridana, Iltirta Arqueologia, ganó el concurso, en detrimento de la propia URV. Iltirta comenzó por excavar una fosa situada en Miravet porque el terreno estaba a punto de ser labrado. Se hallaron un centenar de cadáveres de soldados. 

En coincidencia con el 80 aniversario de la Batalla del Ebre, el Govern hizo públicos los hallazgos a bombo y platillo. Y aquí sobrevino el enfado del alcalde. El Ayuntamiento no fue informado. 

«Se pusieron una medalla por algo que podría haber hecho cualquiera en 15 minutos. Falta más trabajo de puertas adentro y menos política de escaparate. Falta mucha más conexión y comunicación con el territorio. Lo pueden hacer mucho mejor. Lo digo desde el cariño», sentencia Borrell.

Fuente: Diaridetarragona

dimecres, 27 de juny del 2018

El MARQ acerca la Prehistoria a los más jóvenes con la exposición ‘Rupestre. Los primeros santuarios’

 Resultado de imagen de exposición ‘Rupestre. Los primeros santuarios’ marq alicante

La campaña 'Veranea en el MARQ' arranca por decimocuarto año consecutivo coincidiendo con la implantación del horario de verano tanto en el museo como en los yacimientos y monumentos de la provincia. La iniciativa tendrá como eje central la Prehistoria, coincidiendo con la exposición 'Rupestre. Los primeros santuarios' que, con motivo del 20 Aniversario de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, se inaugurará el próximo 5 de julio.

Tal como ha explicado el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, "el objetivo principal de esta propuesta es divulgar entre los más jóvenes las últimas interpretaciones sobre arte rupestre de la Comunitat Valenciana y, en especial, de la provincia de Alicante, parte destacada del arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica dentro de la selecta lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Hay que tener en cuenta que el norte de nuestro territorio es un referente a nivel mundial en unas épocas determinadas de la Prehistoria".

La Fundación Comunitat Valenciana MARQ ha programado ocho semanas repletas de actividades, entre el 2 de julio y el 24 de agosto, de lunes a viernes y de 9:00 a 14:00 horas. Como novedad este año se han planteado dos modalidades de inscripción: la semanal con el mismo precio que el año pasado, 35 euros, y otra quincenal por 60 euros; también existe una reducción para el segundo hermano inscrito.

Todas las actividades tendrán lugar en el MARQ con visitas a las salas, talleres en las aulas didácticas y juegos en los jardines. Un programa estival pensado para un máximo de 50 niños de 6 a 14 años. Para esta edición, además, se va a ofrecer servicio de comedor, a través del BARQ, con un menú especial para los participantes de la campaña en horario de 14:00 a 15:00 horas.

"Los escolares podrán pasar unas vacaciones estivales muy divertidas, trabajando en equipo mientras aprenden a identificar y valorar los sucesivos encuentros entre culturas a lo largo de la historia" ha destacado Asencio. A través de este proyecto, tendrán ocasión de reconocer la función de la arqueología como vehículo de conocimiento histórico, así como de valorar y proteger el patrimonio histórico, cultural, medioambiental y arqueológico de la provincia. Además, conocerán los métodos de investigación sobre arte rupestre y aprenderán a visitar con respeto una institución cultural y sacarle el máximo partido.

La reserva de plazas podrá hacerse en las taquillas del MARQ o a través de instanticket. Toda la información está en www.clubllumiq.es.

Fuente:elperiodic

divendres, 22 de juny del 2018

El cierre del Júcar-Vinalopó seca el embalse de San Diego y deja sin agua a los regantes


El cierre del trasvase Júcar-Vinalopó el pasado 5 de este junio, cuando los antiguos rectores del Ministerio de Agricultura sacaron del orden del día del consejo de administración de Acuamed el envío de 6,5 hm3 del Júcar al Vinalopó, ha terminado por secar la única zona del embalse regulador de San Diego (Villena) que estaba operativa para distribuir el caudal del Júcar por el postrasvase Júcar-Vinalopó.

Dos semanas después de la clausura del trasvase al Vinalopó ya no llega una sola gota de agua del Júcar, lo que pone en serios problemas la cosecha de uva de mesa del próximo septiembre.

En un principio, y según apuntaron la semana pasada fuentes del Ministerio al Consell, la anulación del envío de agua se debió a un error administrativo, pero dos semanas después sigue sin solucionarse una situación que empieza a poner contra las cuerdas a un sector de los agricultores del Medio y Baix Vinalopó que solo reciben estos caudales y que ven agotarse las reservas. En peligro parte de la cosecha de uva de mes del próximo septiembre.

Seis años se cumplirán el próximo septiembre desde que Aguas del Júcar -hoy integrada en Acuamed– vaciara en 2012 el embalse de San Diego, regulador del agua del Júcar que tenía que llegar a la provincia de Alicante.

Se detectaron grietas y fugas, y se optó por cerrarlo y arreglarlo tras haberse gastado cerca de 40 millones de euros. No se ha hecho nada y solo se activó una pequeña zona para redistribuir agua que ya está seca.

Ubicado entre los términos municipales de La Font de la Figuera (Valencia) y Villena, era el punto final del Júcar-Vinalopó, tanto si la toma del agua se hiciera en Cortes de Pallás como en la actual de Cullera.

El cierre se producía tan solo cuatro días después de que el gobierno de Mariano Rajoy saltara por los aires al aprobarse la moción de censura planteada por el PSOE.

En la práctica, la anulación del envío de los 6,5 hm3 de agua para regadío supone el cierre temporal del trasvase, porque tampoco se cuenta con el convenio para regular el trasvase de 20 hm3, algo que se llevaba negociando desde hace más de dos años entre el Ministerio de Agricultura y los regantes y que la exministra García-Tejerina dio por hecho durante el congreso nacional de regantes celebrado en mayo en Torrevieja.

El Instituto Universitario de Geografía de la UA ha advertido en reiteradas ocasiones de que el auténtico problema del río Júcar no es que se tengan que trasvasar 80 hm3 todos los años a la provincia de Alicante con agua de cuestionable calidad captada en la desembocadura.

El problema de esta arteria fluvial es el acuífero de la Mancha Oriental, sobreexplotado, del que en Castilla-La Mancha se extraen todos los años 400 hm3 cuando solo se disponen, como máximo, de 300 hm3 al año.

Una comunidad con déficit hídrico por la pésima administración del río Tajo donde en los últimos años ha ido creciendo la superficie de regadío hasta las cien mil hectáreas, según los datos que maneja el Instituto. Pues bien. Además de los recursos subterráneos, el Júcar les trasvasa también agua de calidad y más barata que la de la Marquesa, que debe salvar una elevación de casi 800 metros para llegar a la provincial.

Fuente: Levante

dimarts, 12 de juny del 2018

Santa Pola retomará a finales de año las excavaciones del Portus Ilicitanus y se consolidarán los restos de la Casa Romana

 

Retroceder siglos en el tiempo desde el móvil y la tablet para conocer al detalle y sobre el terreno cómo vivían las familias de renombre en el siglo cuarto antes de Cristo. El Ayuntamiento de Santa Pola se ha propuesto que no pase de este año cuando se empiecen a poner en valor como paquete turístico los restos arqueológicos excavados del Portus Ilicitanus y la Casa Romana, en el parque de El Palmeral. El ejecutivo local tiene entre manos un proyecto para reactivar las excavaciones en estos dos emplazamientos y consolidar los restos ya estudiados en la década de los ochenta y principios de los noventa. El plan irá acompañado de la tecnología más puntera de realidad aumentada, desarrollada por el departamento de Arqueología de la Universidad de Alicante (UA), que permitirá que el visitante se adentre desde el móvil o la tablet y comprenda los modos de vida de la época con una reconstrucción en 3D de los restos arqueológicos que se le muestran.

Según las estimaciones municipales, el plan empezaría a desarrollarse en octubre de este año cuando se aprueben los presupuestos municipales, con un plazo de ejecución de seis meses que finalizaría el 30 de abril y una inversión de 300.000 euros, donde la mitad podría ser asumible por los fondos europeos Feder, a los que el consistorio de la villa marinera recurrió en diciembre del pasado año. Si se deniegan estas ayudas, el proyecto se desarrollaría en dos fases asumidas por el Ayuntamiento.

En la casa Romana se acometerían pequeñas actuaciones para consolidar los restos y hacerlos más accesibles al visitante con una pasarela interior y un discurso museográfico, hoy inexistente. Asimismo, este sería el enclave donde arrancaría el proyecto de realidad aumentada. Por el momento se tienen los planos de lo que entre el siglo cuarto y quinto fuese una vivienda de alta alcurnia de planta central cuadrada entorno a un patio con habitaciones.

Desde el grupo Patrimonio Virtual del departamento de Arqueología de la UA han recopilado los umbrales de entrada de la vivienda y a partir de ahora empezarán a levantar en tres dimensiones todas las imágenes que se han tomado mediante fotogrametría digital, aunque tienen que estudiar algunas partes como una fuente que fue destruida en el entorno. El acceso al programa será sencillo y el usuario solo tendrá que descargar una aplicación desde su aparato electrónico, donde abrirá los ficheros tridimensionales cuando pasen por los marcadores instalados en el yacimiento.

En cuanto al Portus Ilicitanus, tiene que recuperarse la documentación de las primeras excavaciones y se reanudarán, porque sólo hay una tercera parte del solar estudiada. Esta parte de la villa suburbana con viviendas y almacenes portuarios se pondrá en valor con pasarelas que mejoren la accesibilidad y un vallado no tan agresivo, porque «tiene una apariencia terrible, está como abandonado y no se entiende nada porque hay unas fases de muros, tiene que ser comprensible para los propios vecinos y el turismo», señala Jaime Molina, director de las excavaciones y profesor de Arqueología en la UA.

Fuente: DiarioInformacion

diumenge, 1 d’abril del 2018

La ruta de los 8 pueblos de la Vall de la Gallinera: belleza y magia en Alicante

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Situado en la comarca de la Marina Alta y de belleza innegable, se esconde uno de los enclaves más representativos de la Comunitat Valenciana: La Vall de la Gallinera.

Con multitud de posibilidades de senderismo, este valle del interior alicantino es comúnmente conocido por la Ruta de los 8 pueblos que lo conforman: Alpatró, Benialí, Benirrama, Benisilí, Benisivá, Benitaia, La Carroja y Llombai, pequeños y encantadores poblados que regalan unas de las vistas más humanas y amables de Alicante.

A su amplio patrimonio natural hay que sumarle un legado histórico y cultural. Una historia que escribió sus primeras líneas en el Paleolítico (100.000-50.000 a.C.), época de la que hay datados asentamientos humanos y muestras rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Gracias al sello que dejó la cultura islámica, se pueden hoy contemplar algunos vestigios: el Castillo de Benissili, el Castillo de Forna y el Castillo de Benirrama. Su construcción se remonta a los siglos XI y XIII, y fueron en su día el hogar del príncipe musulmán al-Azraq, distinguido por su implacable resistencia contra los cristianos del rey Jaume I.

La cultura íbera también dejó su rastro. Existe la posibilidad de visitar restos de muralla presentes en el poblado del 'Xarpolar'. A partir de este, se extrajeron restos cerámicos que actualmente visten el interior de algunos museos.

16 kilómetros, 8 pueblos y miles de historias que contar al caminante. El recorrido está trazado por sendas, caminos y algunos tramos de carretera. Por su parte, en la alta sierra hay otros tramos sin sendas y bastante pedregosos.

La ruta empieza en la fuente de la Mata de Benirrama. Un pueblo de calles estrechas repletas de casas de tejas. Dar un paseo por las calles de esta localidad es algo que nadie debería perderse.

Paz, una tranquilidad y fachadas pintorescas con numerosos detalles son los protagonistas del encanto de la población. Tras pasar el despoblado morisco de Benimarsoc, se puede visitar la Iglesia de San Cristófol y ver su Vía Crucis.

La próxima fuente que se encuentra en el camino es la 'Font d’Alcúdia', próxima al despoblado del mismo nombre. Junto a ella, guarda sus aguas una pequeña balsa llena de vida.

En el siguiente pueblo, Benialí, se encuentra el Ayuntamiento de la Vall de Gallinera, que administra los 8 pueblos. La visita a su fantástica fuente de dos caños y al lavadero anexo a esta, recuerda la importancia que debieron tener hace solamente unos años para los habitantes del pueblo.

Sin duda alguna, los lavaderos eran un punto de encuentro, un lugar donde rendir tributo a ese bien tan preciado, el agua.

Dejando atrás Benialí, a tan solo un kilómetro aparecen los 'pueblos gemelos', separados por la carretera y unas escaleras. Siguiendo la ruta, Benissivà queda a la derecha y Benitaia, a la izquierda.

Benissivà destaca por el elevado número de casas rurales que hay en su interior. Ciertamente, la Vall de Gallinera es un paraíso del turismo rural.

Es uno de los pueblos más cercanos a la subida a la 'Penya Foradà', un agujero en una roca por el que cada año se produce una espectacular alineación solar que reúne a cientos de personas y alumbra los restos del antiguo Convento Franciscano del siglo XVII que había en la Vall de Gallinera.

Para llegar a Benitaia, solo hay que cruzar la calle y subir las escaleras. Se trata de un pueblo muy pequeño en el que se puede visitar otro lavadero. La mayoría de lavaderos que podemos encontrar en la localidad, han sido restaurados.

Tras cruzar los 4 primeros pueblos, se llega a La Carroja, una localidad que cuenta con poco más de 20 habitantes censados, una sola calle, varias casas a ambos lados y una pintoresca iglesia. Un pueblo que comparte su encanto con otros también de origen morisco. La ornamentación con flores y plantas en la puerta de las casas, balcones y ventanas son su seña de identidad.

Otra cosa a destacar es la 'Font de Baix', que aparte de ser fuente, era el antiguo lavador del pueblo.

Tras salir de La Carroja, la ruta se separa del asfalto. Llega el momento de tomar una senda entre bancales de cerezos, para acercarse a las faldas de la Serra Foradà. Este tramo del recorrido es el menos ‘urbano’ y permite gozar de la Gallinera más salvaje.

En esta parte de la ruta se pueden visitar dos fuentes: la 'Font d’En Pere' y la 'Font de l’Orenga'. La segunda, sin duda alguna, la más salvaje de todo el recorrido.

En este punto, el sendero vuelve a descender en busca de la carretera principal, donde se encuentra la 'Font Vella d’Alpatró'. Este pueblo es el más grande de toda la ruta. En él se puede visitar, como en el resto, el lavadero conectado a la fuente, que fue reformado hace unos años.

El siguiente pueblo que se encuentra en el camino es Llombai. Un poblado abandonado desde los años 70 donde se puede visitar la antigua almazara.

Al final del pueblo se encuentra la fuente de tres caños, popularmente conocida por la calidad del agua y el lavadero recién restaurado.

Ha llegado el momento de dirigirse hacia Benissili, el último pueblo de la ruta y el más elevado de todos. Esta localidad perteneció a la Vall d’Alcalà hasta el siglo XIX.

Queda solamente un kilómetro para llegar al último punto de la ruta: la 'Font de la Mata'. Si andamos el camino que queda al lado, se puede disfrutar de unas vistas al mar de Dénia.

La tranquilidad y la paz que se respira durante este rústico recorrido es un auténtico lujo para todo caminante. Una escapada muy recomendable para disfrutar de la historia que dejan los pueblos de la Comunitat Valenciana.

Fuente: Lasprovincias