dilluns, 24 d’octubre del 2011
El judío que supo de las intimidades nazis
Un judío alemán que se convirtió en traductor del ejército estadounidense es el último sobreviviente de un equipo que realizó exámenes psicológicos a importantes nazis después de la guerra. Él explica que aprendieron muy poco, pero obtuvieron un conocimiento único de sus personalidades.
"Si retiras los nombres de estos nazis, y sólo te sientas y hablas con ellos, eran como tus amigos y vecinos".
Howard Triest, de 88 años de edad, pasó muchas horas con algunos de los líderes más notorios del Tercer Reich, cuando trabajó como traductor de los psiquiatras estadounidenses en Nuremberg.
Era septiembre de 1945, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, y los más altos cargos de los nazis que seguían vivos iban a ser juzgados por crímenes de guerra.
"Había visto a esta gente en sus tiempos de gloria, cuando los nazis eran los dueños del mundo", cuenta. "Estos dirigentes habían matado a la mayoría de mi familia, pero ahora yo estaba en control".
Entre ellos estaban el jefe de Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, Hermann Goering, el segundo de Hitler, Rudolf Hess, el propagandista nazi Julius Streicher y el ex comandante de Auschwitz Rudolf Hoess, entre otros.
"Es una sensación muy extraña, estar sentado en una celda con el hombre que sabes mató a tus padres", dice refiriéndose a Hoess.
"Lo tratamos con cortesía, mantuve mi odio bajo control cuando estaba trabajando allí. No podías dejar ver cómo te sentías realmente porque no sacarías nada de sus interrogatorios. Pero nunca le di la mano a ninguno de ellos".
Escapando de los nazis
Howard Triest era técnicamente alemán cuando se unió al ejército de EE.UU. Howard Triest nació en una familia judía en Munich, 1923, y ya era un adolescente cuando se intensificó la persecución nazi.
Su familia partió a Luxemburgo el 31 de agosto de 1939, el día antes que Alemania invadió Polonia, con la intención de seguir su viaje a Estados Unidos. Pero la falta de dinero les impidió realizar el viaje juntos. Así que él salió antes, en abril de 1940, sus padres y hermana menor lo seguirían un mes más tarde. Para sus padres, ese retraso resultó fatal. Su madre Ly, que entonces tenía 43 años de edad, y Berthold, de 56 años, fueron enviados más tarde de Francia a Auschwitz, donde murieron. Su hermana Margot fue contrabandeada hacia Suiza y de allí a Estados Unidos, donde todavía vive, como su hermano.
El intento de Howard de alistarse en el ejército de Estados Unidos fue frustrado en un principio porque no contaba con la nacionalidad de ese país, pero más tarde, en 1943, lo logró. Lo habían hecho ciudadano estadounidense.
Fue destinado a Europa. Aterrizó en Omaha Beach, uno o dos días después del Día D, y empezó a trabajar para la inteligencia militar, gracias a que hablaba alemán fluido, una destreza que se hacía más valiosa en la medida que los Aliados se adentraban en el continente hacia Berlín.
En el verano de 1945 fue dado de baja, pero inmediatamente después empezó a trabajar para el Departamento de Guerra de EE.UU. como civil, y fue enviado a Nuremberg para asistir al mayor Leon Goldensoh con sus evaluaciones psiquiátricas de los defendidos que esperaban un juicio.
Fue así como un hombre judío, que se había escapado de las garras de los nazis, llegó a pasar horas en su compañía, sentado con ellos en sus celdas, traduciendo las preguntas de los psiquiatras y sus respuestas.
El mayor Goldensohn estaba llevando a cabo diagnósticos con pruebas como las Rorschach, en un intento por entender las personalidades y motivaciones de los prisioneros.
Las memorias de Triest de esta experiencia fueron recogidas en un libro "Adentro de la prisión de Nuremberg", por la historiadora Helen Fry, que contiene bosquejos vívidos de estos personajes.
Hess, el zombi
"Goering seguía siendo un hombre pedante", recuerda Triest."Era el actor eterno, el hombre que estaba a cargo. Se consideraba a sí mismo como el prisionero número uno, porque Hitler y Himmler ya estaban muertos. Siempre quería la silla número uno en el tribunal". "Llegó a Nuremberg con ocho maletas, la mayoría llenas de drogas, pues era adicto, y le sorprendió que lo trataran como un prisionero y no como una personalidad famosa". Triest también tuvo contacto con Rudolf Hess, quien había sido el diputado de Hitler hasta que se escapó a Escocia, en mayo de 1941, donde fue capturado.
Recuerda que Hess era "como un zombi". "Hess pensaba que lo perseguían, incluso cuando estaba retenido en Inglaterra. Hizo paquetes de muestra de comida y nos daba algunos a mí y a los psiquiatras. Pedía que los analizáramos, pues pensaba que lo estaban envenenando".
"Era un prisionero callado, que respondió algunas preguntas pero no entró en detalles. Nadie sabía cuánto había de actuación y cuánto era real, cuanto realmente podía recordar".Dentro de sus obligaciones, Triest también estuvo cara a cara con Rudolf Hoess, fue de los encuentros más intensos por la muerte de sus padres en Auschwitz, cuando el campo de concentración estaba bajo el control de Hoess.
Los nazis más prominentes que quedaron vivos tras la Segunda Guerra Mundial fueron juzgados en Nuremberg. "Tanto Goldensohn como yo estuvimos con él muchas veces. Algunas veces yo estaba a solas con él en su celda", explica Triest.
"La gente me solía decir: 'puedes vengarte, puedes llevarte un cuchillo a su celda'. Pero la venganza estaba en que yo sabía que estaba tras las rejas y que sería colgado. Así que sabía que iba a morir de todas formas. Matarlo no me hubiera hecho ningún bien". Triest describe a Hoess como alguien "muy normal. No parecía alguien que había matado a dos o tres millones de personas". Un incidente extraordinario ocurrió con Julius Streicher, cuyo periódico Der Stuermer alimentó mucho la histeria antisemita entre los alemanes.
"Era el más grande antisemita. Lo entrevisté con otro psiquiatra, el mayor Douglas Kelley. Streicher tenía unos papeles que no le quería dar a Kelley, o a ninguna persona, porque decía que no quería que cayeran en manos judías".
"Finalmente me los dio. Yo era alto, rubio y de ojos azules. Él dijo 'se los daré al traductor porque sé que es un verdadero ario. Lo sé por la forma en que habla". "Streicher habló conmigo durante horas por que creía que yo era un 'verdadero ario'. Saqué mucho más de él de esa forma". De hecho, ninguno de los nazis para los que tradujo Triest supieron que era judío.
¿Lección aprendida?
Howard Triest espera que nunca se olvide la historia del Holocausto. Triest explica que, a pesar de los mejores esfuerzos de los psiquiatras, no se consiguió sacar mucho sobre la psicología de la mentalidad nazi. "¿Aprendimos algo de estas pruebas psiquiátricas? No. No encontramos nada anormal, nada que indicara algo que los hizo los asesinos que fueron". "De hecho, eran bastante normales. La maldad y la crueldad extrema pueden ir con la normalidad. Ninguno mostró remordimiento". "Dijeron que sabían que habían campamentos, pero no tenían conocimiento de la aniquilación de gente". "Es una lástima que no pasaron por lo mismo que sus víctimas, que Hoess no haya sufrido en un campo de concentración de la misma forma que sus prisioneros". Triest espera que nunca se olvide la historia del Holocausto. "Pero mira al mundo ahora. ¿Es más tranquilo? Algunas de las víctimas han cambiado, pero todavía las hay en todo el mundo".
Antes de terminar la entrevista, Triest cuenta otra anécdota sobre el prisionero número uno de Nuremberg.
"Una vez Goering dijo que si alguna bomba era lanzada en Berlín, comería arenque. Bueno, yo estaba a cargo de censurar su correo y una vez alguien le mandó arenque".
Howard se ríe suavemente. "Lo boté. Olía un poco".
Fuente; BBCMUNDO
dimecres, 19 d’octubre del 2011
Descubren barco funerario vikingo en Escocia
Un equipo de arqueólogos anunció el descubrimiento de uno de los más importantes barcos funerarios nórdicos que se hayan encontrado en suelo británico.
La nave vikinga estaba intacta e incluía los restos de un guerrero de alto rango con su hacha, espada, lanza y lo que podría ser la punta de un cuerno de bronce para beber, además de otros objetos como una piedra de afilar proveniente de Noruega.
Se cree que el barco, desenterrado en las montañas escocesas, tiene más de mil años. Previamente se han encontrado hallazgos similares en la isla escocesa de Orkney.
Fuente: BBC Mundo
dimarts, 11 d’octubre del 2011
Odyssey halla un nuevo tesoro bajo el mar valorado en 13 millones de euros
Los problemas de liquidez de los gobiernos obligan a sus responsables a buscar otras maneras de recaudar dinero. La recuperación de tesoros en el fondo del mar parece ser una de ellas, gracias a la actual tecnología.
Así, si a finales de septiembre la empresa Odyssey Marine Exploration confirmaba el hallazgo del carguero británico SS Gairsoppa, hundido por los alemanes en 1941 con más de 240 toneladas de lingotes de plata, hoy valorados en 150 millones de euros (el mayor hallazgo de la historia), este lunes la misma empresa ha confirmado la localización de un nuevo tesoro, en esta ocasión en aguas del Atlántico Norte.
El buque en cuestión es el británico Mantola, hundido por un torpedo alemán en 1917. Su carga es del 20 toneladas de plata, que se hallan a un kilómetro y medio de profundidad, y que tienen un valor en el mercado de 13 millones de euros, informa The New York Times en su edición digital.
Odyssey Marine Exploration confirmó visualmente la identidad del buque Mantola mediante los trabajos de un robot el mes pasado en una expedición. Esta expedición ha sido contratada por el Departamento Británico de Transporte (el sucesor del el Ministerio de la Guerra de transporte) para recuperar el tesoro perdido.
"Se nos presentan una gran cantidad de nuevas e interesantes oportunidades", ha explicado Greg Stemm, presidente ejecutivo de Odyssey, al diario estadounidense. El nuevo hallazgo es el segundo descubrimiento de la compañía de un naufragio en alta mar por el gobierno británico este año.
¿Cómo funciona la relación entre la empresa y los gobiernos? En el caso del Gobierno británico, las empresas privadas arriesgan su dinero en las costosas expediciones y en caso de éxito se dividen los beneficios. Odyssey se queda con el 80% del valor del tesoro y Reino Unido con el 20% restante. Tanto el Gairsoppa como el Mantola pertenecían a la Compañía Británica de la India.
El pasado septiembre, una corte de apelaciones de Estados Unidos ratificó hoy la decisión judicial que obligó a la Odyssey a devolver a España el tesoro de 500 millones de dólares que encontró en un buque español del siglo XIX hundido en el Atlántico, aunque la firma continúa luchando por su propiedad.
Fuente: lavanguardia
dimecres, 5 d’octubre del 2011
Descubren un sepulcro megalítico en Antequera
La ciudad de El Torcal entierra bajo sí un inmenso patrimonio que las obras del AVE Antequera-Granada están sacando a la luz. No en vano, tras el reciente descubrimiento de tumbas romanas cerca del yacimiento Villa de la Estación, la construcción de la alta velocidad en el municipio arroja ahora dos nuevos descubrimientos en yacimientos ya conocidos y catalogados en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU): un sepulcro megalítico localizado en Cerro Cuchillo y un horno romano encontrado en el yacimiento Arroyo Villalta.
La concejala de Patrimonio, Eugenia Acedo, explicó acompañada del alcalde, Manuel Barón (PP), que se ha acordado en junta de gobierno local solicitar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía el traslado, depósito e inmediata incorporación de ambos hallazgos al Museo Municipal de Antequera.
Acedo matizó que el sepulcro «es como un dolmen pequeñito que correspondería a una necrópolis megalítica que podría ser fechada, según los arqueólogos que trabajan allí, en el calcolítico inicial; es decir en el cuarto o tercer milenio antes de Cristo». Según la responsable municipal de Patrimonio, se conserva en buen estado la zona de la cabecera del dolmen formada por tres lozas verticales y una cuarta que estaría desplazada de su posición original. No obstante, el dolmen en sí se encuentra en estado de deterioro por la actividad agrícola que ha habido en la zona. Acedo explicó que, según los arqueólogos, este sepulcro podría haberse destinado a rituales previos a la inhumación definitiva. «Podrían ser unos enterramientos primeros que se realizarían y luego estos cuerpos se trasladarían a otros sepulcros como los dólmenes de Antequera», aclaró.
Importante centro alfarero
El horno, que conserva la parrilla, se ha encontrado en el que podría ser uno de los centros alfareros más importantes de la provincia en la antigüedad junto a otros once hornos del siglo II d. C. En el yacimiento se ha localizado también una zona hidráulica de donde cogerían los alfareros la arcilla, sitios donde se depositarían las piezas de alfarería para que se secaran y otros en los que pondrían las secadas e incluso restos de dos naves donde se realizarían estas piezas. Tanto uno como otro hallazgo serán explicados por los arqueólogos que lo han localizado en un ciclo de conferencias que se prolongará hasta final de año en el Museo Municipal.
Fuente: diariosur
dimarts, 4 d’octubre del 2011
De nazis a agentes secretos
La decisión de los servicios secretos alemanes de abordar de forma abierta el pasado nazi de la inteligencia germano-occidental (BND) vuelve a dirigir las miradas hacia América Latina en cuanto que refugio de algunos de los criminales de guerra del Tercer Reich más buscados.
La desclasificación de documentos y la reciente creación de una comisión formada por cuatro prestigiosos historiadores para estudiar el pasado nazi del BND reflejan la voluntad de su presidente, Ernst Uhrlau, de arrojar luz sobre el funcionamiento del espionaje de la Alemania federal tras la II Guerra Mundial.
Los archivos del espionaje federal confirman que los servicios secretos ocultaron el paradero de muchos criminales nazis huidos de la justicia, muchos de ellos a Latinoamérica, para convertirlos en algunos casos en sus agentes.
El semanario "Der Spiegel" publicaba recientemente que Walther Rauff, coordinador y responsable de unidades móviles de cámaras de gas desarrolladas por él mismo en la Alemania nazi, colaboró entre 1958 y 1962 con el BND cuando residía en Chile para espiar al líder cubano Fidel Castro.
A pesar de conocer perfectamente el pasado de Rauff, reclamado por la justicia germana por la muerte de unos 98.000 prisioneros durante el nazismo, el espionaje federal no dudó en requerir sus servicios, por los que percibió 70.000 marcos alemanes.
Rauff, que se estableció como hombre de negocios en Chile tras pasar una temporada en Siria y Ecuador, fue detenido en 1962 por solicitud de Alemania, pero el proceso acabó sobreseído porque la justicia del país latinoamericano -donde murió en 1984- consideró que sus crímenes habían prescrito.
También Klaus Barbie, apodado "el carnicero de Lyon", jefe de la Gestapo en la Francia ocupada, fue reclutado por la inteligencia germano-occidental en 1966 en Bolivia, donde residía desde 1951.
El BND, que entonces ampliaba internacionalmente su red de agentes, seguía atentamente el desarrollo en Bolivia al tiempo que Occidente temía que el país cayera bajo influencia soviética, como Cuba, si el pueblo se alzaba contra los militares.
Barbie, requerido por el BND por su "ideología alemana" y decidido "anticomunismo", elaboró para los servicios secretos 35 informes en total, cuyo contenido se desconoce.
No obstante se sabe que Barbie asumió pocas semanas después de su reclutamiento la representación en Bolivia de una empresa alemana de venta de excedentes de armamento del Ejército germano, lo que le permitía informar de cuándo los bolivianos andaban escasos de armas o munición.
El BND rompió con su colaborador a finales de 1967, por considerar peligroso ese vínculo, y en 1983 Barbie fue expulsado de Bolivia y entregado a Francia.
El "carnicero de Lyon", cuyos restos fueron enterrados en Cochabamba (Bolivia), murió en 1991 de leucemia en una prisión francesa, donde cumplía cadena perpetua por crímenes como la deportación de 800 personas, incluidos 44 niños judíos.
Otro de los fugitivos nazis más buscados, Josef Mengele, conocido como "ángel de la muerte" por sus experimentos con prisioneros en el campo de exterminio de Auschwitz, acabó sus días oculto en un país latinoamericano, Brasil, después de pasar por Argentina y Paraguay.
Aunque se había especulado con la posibilidad de que también Mengele hubiera sido reclutado por la inteligencia germano-occidental, los expedientes recientemente desclasificados establecen que no sólo no cooperó con el BND, sino que este organismo participó activamente en dar con su paradero.
En 1961, los servicios secretos germanos ya lo situaban en Brasil -donde falleció en 1979-, pero nunca se le llegó a detener, y en 1972 el BND reportó a la Cancillería federal que desconocía "dónde está actualmente" e incluso "si sigue con vida".
Los expedientes revelan también que el espionaje alemán ocultó durante años el paradero en Argentina de Adolf Eichmann, artífice del plan de exterminio de los judíos de Europa.
Según filtraciones difundidas por la prensa alemana, el BND conocía el paradero de Eichmann desde 1952, pero no informó a la CIA hasta 1958.
El criminal nazi fue secuestrado en mayo de 1960 por los servicios secretos israelíes, el Mossad, en Buenos Aires, y ejecutado dos años después en Israel.
La comisión de historiadores, que cuenta con un plazo de cuatro años para estudiar los expedientes de los servicios secretos federales, centrará su investigación en los años comprendidos entre 1945 y 1968, periodo que precedió a la creación del BND.
Durante ese periodo funcionaron los servicios de la llamada "Organización Gehlen", por el nombre de su jefe, el antiguo general de la Wehrmacht Reinhard Gehlen, que anteriormente había sido responsable del espionaje exterior nazi.
Fuente: Levante
dilluns, 3 d’octubre del 2011
¿Quién es el soldado Charlie?
Murió solo pero consciente de por qué luchaba. No se sabe nada sobre quién era o de dónde venía pero, desde ahora, se le conoce como soldado Charlie. De él sólo quedan sus restos amontonados en lo que un día fue una importante trinchera de la Sierra de La Fatarella, en la línea defensiva republicana de la Batalla del Ebro, decisiva en la Guerra Civil.
A pesar de que se trata de un esqueleto mutilado, Charlie ha cobrado vida y toda Cataluña especula, ahora, sobre su pasado y su presencia en aquella guerra que quebró España. Xurxo Ayán, arqueólogo y ex director de las campañas arqueológicas llevadas a cabo en los castros de Neixón (A Coruña), fue quien se encargó de sacar a Charlie del olvido y de darle el nombre que ahora ya circula por medio mundo. Y es que este esqueleto ya ha sido portada de la revista 'Volunteers', el órgano oficial de los brigadistas norteamericanos.
Ayán está convencido de que Charlie era un miembro de las brigadas internacionales que estuvo enrolado en la conocida como brigada Lincoln, integrada en la 15ª división republicana, y conformada por soldados de habla inglesa, principalmente, canadienses, ingleses, irlandeses y norteamericanos. La mayor parte de ellos abandonaron el frente en la primavera de 1938, pero algunos de los más veteranos y curtidos prefirieron continuar la guerra.
Por ahora, lo que se sabe de él es muy poco. Cayó bajo la metralla. Un fragmento seccionó en dos su fémur derecho y se incrustó profundamente en el hueso. Tiene nueve trozos de metralla alojados en el interior de su caja torácica. La explosión debió arrancarle la mano derecha; el cúbito aparece roto a la altura de la muñeca y no se han encontrado los restos de los dedos. El pie izquierdo se encuentra retorcido en una posición imposible bajo la pierna derecha.
Muerte heroica
Charlie cayó de espaldas, sobre su mochila, quizás, en la misma posición desde donde había estado disparando frenéticamente. El suelo apareció cubierto de casquillos de Mosin Nagant. Por eso, no es difícil hacerse la idea de que el soldado murió víctima del impacto de una granada o de un obús del ejército de Yagüe, que acabó masacrando a todos los defensores, 500 en total, que se quedaron para morir y permitir que el resto de sus compañeros, unos 25.000, pudiera retirarse.
El esqueleto descubierto ha abierto una viva polémica porque es de los primeros que se encuentra en una excavación de los escenarios bélicos de la guerra civil. Por lo tanto, no es un fusilado o un paseado ni yace en una fosa común. Simplemente murió en el frente, le robaron su casco, su arma y allí lo dejaron. ¿Y qué va a ser de Charlie, ahora?. Ni Ayán, ni Alfredo González Ruibal, lo saben. Ruibal es el director del equipo de cinco arqueólogos gallegos del Instituto de Ciencias do Patrimonio del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC) de Santiago de Compostela, que se encarga de parte de la investigación en colaboración con la Universitat de Barcelona (grupo Didáctica del Patrimoni) y la asociación Lo Rió, Associació per l'Estudi dél Patrimoni Arqueòlogic i Históric de les Terres de L'Ebre.
Este equipo multidisciplinar de arqueólogos y especialistas gallegos forma parte del proyecto Arqueología en la Guerra Civil y ya están curtidos en excavaciones y trabajos de campo relacionados con la contienda y los campos de concentración republicanos en Galicia. Este proyecto, integrado en la iniciativa internacional 'Ruin Memories' financiada por el Gobierno noruego, tiene como objetivo estudiar arqueológicamente la cultura material dejada por los conflictos contemporáneos, desde bases soviéticas abandonadas en el círculo polar ártico hasta estructuras de la 2ª Guerra Mundial en Escandinavia, pasando por los escenarios de la Guerra Civil Española.
Desde 2008
Arqueología en la Guerra Civil comenzó en otoño de 2008 con la excavación de trincheras en la Ciudad Universitaria de Madrid y, desde entonces, cuenta con la participación de especialistas gallegos. Se han hecho intervenciones en la batalla de Guadalajara (posición franquista en Abánades) y en el campo de concentración franquista de Castuera (Extremadura). Este mes de septiembre se amplió el proyecto al frente Norte, con la excavación de una posición republicana en el puerto de San Isidro, cerca de Puebla de Lillo (León) y en otra posición de la batalla del Ebro, con la excavación de la línea defensiva republicana de la Sierra de La Fatarella (Tarragona).
El proyecto contempla la interacción con las comunidades locales, la colaboración con asociaciones de aficionados y un amplio conjunto de actividades de Arqueología Pública, desde un blog, pasando por jornadas de puertas abiertas o publicaciones divulgativas.
"Lo cierto es que se trata de una experiencia inolvidable", asegura Xurxo Ayán en declaraciones a ELMUNDO.es. Y es que a pesar de estar curtido en excavaciones de todo tipo, el descubrimiento de esqueletos de personas que vivieron hace 70 años "te hace sentir más próximo a ellos" porque existe una "memoria social y colectiva" acerca de su muerte. "No es lo mismo excavar un esqueleto del calcolítico, que es memoria arqueológica, que descubrir a Charlie", asegura.
Ayán insiste en la importancia de este tipo de arqueología para entender nuestro pasado más reciente y lamenta que profesionales tan curtidos en este tipo de patrimonio tengan que emigrar porque en Galicia "esto no se puede hacer".
Las diferencias de cada frente
Las intervenciones del equipo de arqueólogos permiten reconocer la evolución del conflicto en toda España, la idiosincrasia de cada frente, los entresijos de las coyunturas políticas de la contienda y la vida cotidiana de los soldados, pero también permite conocer la reacción social actual, estudiando la memoria y el comportamiento de la gente ante los resultados de intervenciones que, para algunos, siguen siendo polémicas y poco científicas.
Fuente: Elmundo
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