dimarts, 13 de desembre del 2011

La guerra: negocio redondo



".La guerra es un negocio sucio. Siempre .lo ha sido. Es posiblemente el más antiguo, .fácilmente el más lucrativo, seguramente el más cruento. Es el único que es internacional en su alcance. Es el único en el que los beneficios se calculan en dólares y las pérdidas en vidas." Así lo dijo el general Smedley D. Butler, del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, el militar más condecorado en la historia de ese país.

DESPUÉS DE LA MATANZA, LAS EMPRESAS REEMPLAZAN A LOS AVIONES DE COMBATE.
¿Quién gana con la guerra? ¿Por qué es un negocio bombardear un país hasta dejarlo en ruinas? Después de la matanza, las empresas reemplazan a los aviones de combate. Los mismos países que bombardearon Libia, ahora reciben contratos millonarios para su reconstrucción.
"Libia es un país rico en reservas de petróleo, y espero que haya oportunidades para que los británicos y otras empresas participen en la reconstrucción", confesó el ministro de Defensa británico, Philip Hammond.
Según Rusia Today, la cuenta que el Reino Unido debe pagar por su parte en la intervención de la OTAN se ha evaluado en casi 500 millones de dólares. Mientras tanto, según el Departamento de Comercio e Inversiones, el valor de los contratos para la reconstrucción de Libia podría llegar a más de 300 000 millones de dólares durante los próximos 10 años.
John Hilary, director ejecutivo de War on Want, una organización que lucha contra la pobreza en los países en desarrollo, asegura que la situación es parecida a Iraq después de la guerra, cuando las empresas de los países involucrados en la invasión obtuvieron los mejores contratos. "Bombardeamos, destruimos y después obtenemos contratos para la reconstrucción", dijo a Rusia Today.
Como el Reino Unido, Francia no quiso quedarse fuera. Fue la primera potencia occidental que reconoció al autoproclamado Consejo Nacional de Transición (CNT) como gobierno legítimo de Libia y la primera en reabrir su embajada en Trípoli. París espera que la gratitud política se traslade a los negocios.
Estos pasarán por los millonarios contratos para la reconstrucción del país, las concesiones petroleras y las nuevas oportunidades que surgirán con su previsible apertura económica.
El periodista australiano John Pilger aseveró que hubo pruebas de negociaciones incluso antes de la invasión de la OTAN a la nación árabe. "Libia es una fuente con más petróleo que cualquier otro país en África, incluso Nigeria", afirmó. "El Consejo Nacional de Transición dijo a Francia que si enviaba sus aviones al país le otorgaría a la empresa Total (primera empresa gala del sector) el 35 % de las reservas libias de petróleo".
El analista mexicano Alfredo Jalife explicó a Telesur por qué la OTAN gana con la destrucción y luego la reconstrucción de Libia.
Consideró irrisorios los 1 500 millones de dólares de los activos libios que Estados Unidos liberó para los sublevados del CNT, pues en realidad los bienes del país norafricano ascienden a más de 100 mil millones de dólares.
Llama la atención, señaló, la manera en que la OTAN y Estados Unidos van a utilizar las cuentas "que tienen hipotecadas, son grandes reservas de dinero, de más de 100 000 millones de dólares", insistió al considerar que son "migajas las que le sueltan al CNT".
Sería ingenuo creer que en Libia "destruyen por destruir" —explicó— pues no se puede olvidar que también operan las fuerzas transnacionales "para ganar y sacar jugosos dividendos".
El analista hizo una analogía entre Iraq, Afganistán y Libia, y señaló que ninguna de las tres naciones "tiene infraestructura de ninguna índole, están totalmente destruidas, pero eso es parte del negocio, porque luego van a la reconstrucción y ya tienen ignorado el dinero de la gran riqueza del país."
Las guerras son un negocio redondo para los vencedores. ¡Pero a qué precio! ¿No es acaso el ser humano un animal racional? ¿Qué racionalidad puede haber en un conflicto armado, donde además, quienes cosechan fortunas, no participan en la batalla? Solo tiran a pelear a un hombre contra otro, como en el circo romano.
Así escribió el general Butler en su libro War is a racket: "Por lo menos 21 mil nuevos millonarios y multimillonarios fueron creados en EE.UU. durante la Guerra Mundial. Son los que admitieron sus inmensas ganancias con sangre en sus declaraciones de impuestos. Nadie sabe cuántos otros millonarios de la guerra falsificaron sus declaraciones de impuestos. ¿Cuántos de esos millonarios de la guerra cargaron un rifle? ¿Cuántos de ellos cavaron una trinchera? ¿Cuántos de ellos supieron lo que significa pasar hambre en un hoyo infestado de ratas? ¿Cuántos de ellos pasaron noches de insomnio y terror, evitando las granadas, la metralla y las balas de las ametralladoras? ¿Cuántos de ellos esquivaron la bayoneta de un enemigo? ¿Cuántos de ellos fueron heridos o muertos en batalla?".


Fuente: Granma

dilluns, 24 d’octubre del 2011

El judío que supo de las intimidades nazis



Un judío alemán que se convirtió en traductor del ejército estadounidense es el último sobreviviente de un equipo que realizó exámenes psicológicos a importantes nazis después de la guerra. Él explica que aprendieron muy poco, pero obtuvieron un conocimiento único de sus personalidades.
"Si retiras los nombres de estos nazis, y sólo te sientas y hablas con ellos, eran como tus amigos y vecinos".

Howard Triest, de 88 años de edad, pasó muchas horas con algunos de los líderes más notorios del Tercer Reich, cuando trabajó como traductor de los psiquiatras estadounidenses en Nuremberg.
Era septiembre de 1945, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, y los más altos cargos de los nazis que seguían vivos iban a ser juzgados por crímenes de guerra.

"Había visto a esta gente en sus tiempos de gloria, cuando los nazis eran los dueños del mundo", cuenta. "Estos dirigentes habían matado a la mayoría de mi familia, pero ahora yo estaba en control".
Entre ellos estaban el jefe de Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, Hermann Goering, el segundo de Hitler, Rudolf Hess, el propagandista nazi Julius Streicher y el ex comandante de Auschwitz Rudolf Hoess, entre otros.
"Es una sensación muy extraña, estar sentado en una celda con el hombre que sabes mató a tus padres", dice refiriéndose a Hoess.
"Lo tratamos con cortesía, mantuve mi odio bajo control cuando estaba trabajando allí. No podías dejar ver cómo te sentías realmente porque no sacarías nada de sus interrogatorios. Pero nunca le di la mano a ninguno de ellos".

Escapando de los nazis
Howard Triest era técnicamente alemán cuando se unió al ejército de EE.UU. Howard Triest nació en una familia judía en Munich, 1923, y ya era un adolescente cuando se intensificó la persecución nazi.
Su familia partió a Luxemburgo el 31 de agosto de 1939, el día antes que Alemania invadió Polonia, con la intención de seguir su viaje a Estados Unidos. Pero la falta de dinero les impidió realizar el viaje juntos. Así que él salió antes, en abril de 1940, sus padres y hermana menor lo seguirían un mes más tarde. Para sus padres, ese retraso resultó fatal. Su madre Ly, que entonces tenía 43 años de edad, y Berthold, de 56 años, fueron enviados más tarde de Francia a Auschwitz, donde murieron. Su hermana Margot fue contrabandeada hacia Suiza y de allí a Estados Unidos, donde todavía vive, como su hermano.
El intento de Howard de alistarse en el ejército de Estados Unidos fue frustrado en un principio porque no contaba con la nacionalidad de ese país, pero más tarde, en 1943, lo logró. Lo habían hecho ciudadano estadounidense.
Fue destinado a Europa. Aterrizó en Omaha Beach, uno o dos días después del Día D, y empezó a trabajar para la inteligencia militar, gracias a que hablaba alemán fluido, una destreza que se hacía más valiosa en la medida que los Aliados se adentraban en el continente hacia Berlín.
En el verano de 1945 fue dado de baja, pero inmediatamente después empezó a trabajar para el Departamento de Guerra de EE.UU. como civil, y fue enviado a Nuremberg para asistir al mayor Leon Goldensoh con sus evaluaciones psiquiátricas de los defendidos que esperaban un juicio.
Fue así como un hombre judío, que se había escapado de las garras de los nazis, llegó a pasar horas en su compañía, sentado con ellos en sus celdas, traduciendo las preguntas de los psiquiatras y sus respuestas.
El mayor Goldensohn estaba llevando a cabo diagnósticos con pruebas como las Rorschach, en un intento por entender las personalidades y motivaciones de los prisioneros.
Las memorias de Triest de esta experiencia fueron recogidas en un libro "Adentro de la prisión de Nuremberg", por la historiadora Helen Fry, que contiene bosquejos vívidos de estos personajes.

Hess, el zombi

"Goering seguía siendo un hombre pedante", recuerda Triest."Era el actor eterno, el hombre que estaba a cargo. Se consideraba a sí mismo como el prisionero número uno, porque Hitler y Himmler ya estaban muertos. Siempre quería la silla número uno en el tribunal". "Llegó a Nuremberg con ocho maletas, la mayoría llenas de drogas, pues era adicto, y le sorprendió que lo trataran como un prisionero y no como una personalidad famosa". Triest también tuvo contacto con Rudolf Hess, quien había sido el diputado de Hitler hasta que se escapó a Escocia, en mayo de 1941, donde fue capturado.
Recuerda que Hess era "como un zombi". "Hess pensaba que lo perseguían, incluso cuando estaba retenido en Inglaterra. Hizo paquetes de muestra de comida y nos daba algunos a mí y a los psiquiatras. Pedía que los analizáramos, pues pensaba que lo estaban envenenando".
"Era un prisionero callado, que respondió algunas preguntas pero no entró en detalles. Nadie sabía cuánto había de actuación y cuánto era real, cuanto realmente podía recordar".Dentro de sus obligaciones, Triest también estuvo cara a cara con Rudolf Hoess, fue de los encuentros más intensos por la muerte de sus padres en Auschwitz, cuando el campo de concentración estaba bajo el control de Hoess.
Los nazis más prominentes que quedaron vivos tras la Segunda Guerra Mundial fueron juzgados en Nuremberg. "Tanto Goldensohn como yo estuvimos con él muchas veces. Algunas veces yo estaba a solas con él en su celda", explica Triest.

"La gente me solía decir: 'puedes vengarte, puedes llevarte un cuchillo a su celda'. Pero la venganza estaba en que yo sabía que estaba tras las rejas y que sería colgado. Así que sabía que iba a morir de todas formas. Matarlo no me hubiera hecho ningún bien". Triest describe a Hoess como alguien "muy normal. No parecía alguien que había matado a dos o tres millones de personas". Un incidente extraordinario ocurrió con Julius Streicher, cuyo periódico Der Stuermer alimentó mucho la histeria antisemita entre los alemanes.
"Era el más grande antisemita. Lo entrevisté con otro psiquiatra, el mayor Douglas Kelley. Streicher tenía unos papeles que no le quería dar a Kelley, o a ninguna persona, porque decía que no quería que cayeran en manos judías".
"Finalmente me los dio. Yo era alto, rubio y de ojos azules. Él dijo 'se los daré al traductor porque sé que es un verdadero ario. Lo sé por la forma en que habla". "Streicher habló conmigo durante horas por que creía que yo era un 'verdadero ario'. Saqué mucho más de él de esa forma". De hecho, ninguno de los nazis para los que tradujo Triest supieron que era judío.

¿Lección aprendida?

Howard Triest espera que nunca se olvide la historia del Holocausto. Triest explica que, a pesar de los mejores esfuerzos de los psiquiatras, no se consiguió sacar mucho sobre la psicología de la mentalidad nazi. "¿Aprendimos algo de estas pruebas psiquiátricas? No. No encontramos nada anormal, nada que indicara algo que los hizo los asesinos que fueron". "De hecho, eran bastante normales. La maldad y la crueldad extrema pueden ir con la normalidad. Ninguno mostró remordimiento". "Dijeron que sabían que habían campamentos, pero no tenían conocimiento de la aniquilación de gente". "Es una lástima que no pasaron por lo mismo que sus víctimas, que Hoess no haya sufrido en un campo de concentración de la misma forma que sus prisioneros". Triest espera que nunca se olvide la historia del Holocausto. "Pero mira al mundo ahora. ¿Es más tranquilo? Algunas de las víctimas han cambiado, pero todavía las hay en todo el mundo".
Antes de terminar la entrevista, Triest cuenta otra anécdota sobre el prisionero número uno de Nuremberg.
"Una vez Goering dijo que si alguna bomba era lanzada en Berlín, comería arenque. Bueno, yo estaba a cargo de censurar su correo y una vez alguien le mandó arenque".
Howard se ríe suavemente. "Lo boté. Olía un poco".

Fuente; BBCMUNDO

dimecres, 19 d’octubre del 2011

Descubren barco funerario vikingo en Escocia



Un equipo de arqueólogos anunció el descubrimiento de uno de los más importantes barcos funerarios nórdicos que se hayan encontrado en suelo británico.
La nave vikinga estaba intacta e incluía los restos de un guerrero de alto rango con su hacha, espada, lanza y lo que podría ser la punta de un cuerno de bronce para beber, además de otros objetos como una piedra de afilar proveniente de Noruega.
Se cree que el barco, desenterrado en las montañas escocesas, tiene más de mil años. Previamente se han encontrado hallazgos similares en la isla escocesa de Orkney.

Fuente: BBC Mundo

dimarts, 11 d’octubre del 2011

Odyssey halla un nuevo tesoro bajo el mar valorado en 13 millones de euros



Los problemas de liquidez de los gobiernos obligan a sus responsables a buscar otras maneras de recaudar dinero. La recuperación de tesoros en el fondo del mar parece ser una de ellas, gracias a la actual tecnología.
Así, si a finales de septiembre la empresa Odyssey Marine Exploration confirmaba el hallazgo del carguero británico SS Gairsoppa, hundido por los alemanes en 1941 con más de 240 toneladas de lingotes de plata, hoy valorados en 150 millones de euros (el mayor hallazgo de la historia), este lunes la misma empresa ha confirmado la localización de un nuevo tesoro, en esta ocasión en aguas del Atlántico Norte.
El buque en cuestión es el británico Mantola, hundido por un torpedo alemán en 1917. Su carga es del 20 toneladas de plata, que se hallan a un kilómetro y medio de profundidad, y que tienen un valor en el mercado de 13 millones de euros, informa The New York Times en su edición digital.
Odyssey Marine Exploration confirmó visualmente la identidad del buque Mantola mediante los trabajos de un robot el mes pasado en una expedición. Esta expedición ha sido contratada por el Departamento Británico de Transporte (el sucesor del el Ministerio de la Guerra de transporte) para recuperar el tesoro perdido.
"Se nos presentan una gran cantidad de nuevas e interesantes oportunidades", ha explicado Greg Stemm, presidente ejecutivo de Odyssey, al diario estadounidense. El nuevo hallazgo es el segundo descubrimiento de la compañía de un naufragio en alta mar por el gobierno británico este año.
¿Cómo funciona la relación entre la empresa y los gobiernos? En el caso del Gobierno británico, las empresas privadas arriesgan su dinero en las costosas expediciones y en caso de éxito se dividen los beneficios. Odyssey se queda con el 80% del valor del tesoro y Reino Unido con el 20% restante. Tanto el Gairsoppa como el Mantola pertenecían a la Compañía Británica de la India.
El pasado septiembre, una corte de apelaciones de Estados Unidos ratificó hoy la decisión judicial que obligó a la Odyssey a devolver a España el tesoro de 500 millones de dólares que encontró en un buque español del siglo XIX hundido en el Atlántico, aunque la firma continúa luchando por su propiedad.

Fuente: lavanguardia

dimecres, 5 d’octubre del 2011

Descubren un sepulcro megalítico en Antequera



La ciudad de El Torcal entierra bajo sí un inmenso patrimonio que las obras del AVE Antequera-Granada están sacando a la luz. No en vano, tras el reciente descubrimiento de tumbas romanas cerca del yacimiento Villa de la Estación, la construcción de la alta velocidad en el municipio arroja ahora dos nuevos descubrimientos en yacimientos ya conocidos y catalogados en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU): un sepulcro megalítico localizado en Cerro Cuchillo y un horno romano encontrado en el yacimiento Arroyo Villalta.


La concejala de Patrimonio, Eugenia Acedo, explicó acompañada del alcalde, Manuel Barón (PP), que se ha acordado en junta de gobierno local solicitar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía el traslado, depósito e inmediata incorporación de ambos hallazgos al Museo Municipal de Antequera.

Acedo matizó que el sepulcro «es como un dolmen pequeñito que correspondería a una necrópolis megalítica que podría ser fechada, según los arqueólogos que trabajan allí, en el calcolítico inicial; es decir en el cuarto o tercer milenio antes de Cristo». Según la responsable municipal de Patrimonio, se conserva en buen estado la zona de la cabecera del dolmen formada por tres lozas verticales y una cuarta que estaría desplazada de su posición original. No obstante, el dolmen en sí se encuentra en estado de deterioro por la actividad agrícola que ha habido en la zona. Acedo explicó que, según los arqueólogos, este sepulcro podría haberse destinado a rituales previos a la inhumación definitiva. «Podrían ser unos enterramientos primeros que se realizarían y luego estos cuerpos se trasladarían a otros sepulcros como los dólmenes de Antequera», aclaró.

Importante centro alfarero

El horno, que conserva la parrilla, se ha encontrado en el que podría ser uno de los centros alfareros más importantes de la provincia en la antigüedad junto a otros once hornos del siglo II d. C. En el yacimiento se ha localizado también una zona hidráulica de donde cogerían los alfareros la arcilla, sitios donde se depositarían las piezas de alfarería para que se secaran y otros en los que pondrían las secadas e incluso restos de dos naves donde se realizarían estas piezas. Tanto uno como otro hallazgo serán explicados por los arqueólogos que lo han localizado en un ciclo de conferencias que se prolongará hasta final de año en el Museo Municipal.
 
Fuente: diariosur

dimarts, 4 d’octubre del 2011

De nazis a agentes secretos



La decisión de los servicios secretos alemanes de abordar de forma abierta el pasado nazi de la inteligencia germano-occidental (BND) vuelve a dirigir las miradas hacia América Latina en cuanto que refugio de algunos de los criminales de guerra del Tercer Reich más buscados.
La desclasificación de documentos y la reciente creación de una comisión formada por cuatro prestigiosos historiadores para estudiar el pasado nazi del BND reflejan la voluntad de su presidente, Ernst Uhrlau, de arrojar luz sobre el funcionamiento del espionaje de la Alemania federal tras la II Guerra Mundial.
Los archivos del espionaje federal confirman que los servicios secretos ocultaron el paradero de muchos criminales nazis huidos de la justicia, muchos de ellos a Latinoamérica, para convertirlos en algunos casos en sus agentes.
El semanario "Der Spiegel" publicaba recientemente que Walther Rauff, coordinador y responsable de unidades móviles de cámaras de gas desarrolladas por él mismo en la Alemania nazi, colaboró entre 1958 y 1962 con el BND cuando residía en Chile para espiar al líder cubano Fidel Castro.
A pesar de conocer perfectamente el pasado de Rauff, reclamado por la justicia germana por la muerte de unos 98.000 prisioneros durante el nazismo, el espionaje federal no dudó en requerir sus servicios, por los que percibió 70.000 marcos alemanes.
Rauff, que se estableció como hombre de negocios en Chile tras pasar una temporada en Siria y Ecuador, fue detenido en 1962 por solicitud de Alemania, pero el proceso acabó sobreseído porque la justicia del país latinoamericano -donde murió en 1984- consideró que sus crímenes habían prescrito.
También Klaus Barbie, apodado "el carnicero de Lyon", jefe de la Gestapo en la Francia ocupada, fue reclutado por la inteligencia germano-occidental en 1966 en Bolivia, donde residía desde 1951.
El BND, que entonces ampliaba internacionalmente su red de agentes, seguía atentamente el desarrollo en Bolivia al tiempo que Occidente temía que el país cayera bajo influencia soviética, como Cuba, si el pueblo se alzaba contra los militares.
Barbie, requerido por el BND por su "ideología alemana" y decidido "anticomunismo", elaboró para los servicios secretos 35 informes en total, cuyo contenido se desconoce.
No obstante se sabe que Barbie asumió pocas semanas después de su reclutamiento la representación en Bolivia de una empresa alemana de venta de excedentes de armamento del Ejército germano, lo que le permitía informar de cuándo los bolivianos andaban escasos de armas o munición.
El BND rompió con su colaborador a finales de 1967, por considerar peligroso ese vínculo, y en 1983 Barbie fue expulsado de Bolivia y entregado a Francia.
El "carnicero de Lyon", cuyos restos fueron enterrados en Cochabamba (Bolivia), murió en 1991 de leucemia en una prisión francesa, donde cumplía cadena perpetua por crímenes como la deportación de 800 personas, incluidos 44 niños judíos.
Otro de los fugitivos nazis más buscados, Josef Mengele, conocido como "ángel de la muerte" por sus experimentos con prisioneros en el campo de exterminio de Auschwitz, acabó sus días oculto en un país latinoamericano, Brasil, después de pasar por Argentina y Paraguay.
Aunque se había especulado con la posibilidad de que también Mengele hubiera sido reclutado por la inteligencia germano-occidental, los expedientes recientemente desclasificados establecen que no sólo no cooperó con el BND, sino que este organismo participó activamente en dar con su paradero.
En 1961, los servicios secretos germanos ya lo situaban en Brasil -donde falleció en 1979-, pero nunca se le llegó a detener, y en 1972 el BND reportó a la Cancillería federal que desconocía "dónde está actualmente" e incluso "si sigue con vida".
Los expedientes revelan también que el espionaje alemán ocultó durante años el paradero en Argentina de Adolf Eichmann, artífice del plan de exterminio de los judíos de Europa.
Según filtraciones difundidas por la prensa alemana, el BND conocía el paradero de Eichmann desde 1952, pero no informó a la CIA hasta 1958.
El criminal nazi fue secuestrado en mayo de 1960 por los servicios secretos israelíes, el Mossad, en Buenos Aires, y ejecutado dos años después en Israel.
La comisión de historiadores, que cuenta con un plazo de cuatro años para estudiar los expedientes de los servicios secretos federales, centrará su investigación en los años comprendidos entre 1945 y 1968, periodo que precedió a la creación del BND.
Durante ese periodo funcionaron los servicios de la llamada "Organización Gehlen", por el nombre de su jefe, el antiguo general de la Wehrmacht Reinhard Gehlen, que anteriormente había sido responsable del espionaje exterior nazi.

Fuente: Levante

dilluns, 3 d’octubre del 2011

¿Quién es el soldado Charlie?



Murió solo pero consciente de por qué luchaba. No se sabe nada sobre quién era o de dónde venía pero, desde ahora, se le conoce como soldado Charlie. De él sólo quedan sus restos amontonados en lo que un día fue una importante trinchera de la Sierra de La Fatarella, en la línea defensiva republicana de la Batalla del Ebro, decisiva en la Guerra Civil.

A pesar de que se trata de un esqueleto mutilado, Charlie ha cobrado vida y toda Cataluña especula, ahora, sobre su pasado y su presencia en aquella guerra que quebró España. Xurxo Ayán, arqueólogo y ex director de las campañas arqueológicas llevadas a cabo en los castros de Neixón (A Coruña), fue quien se encargó de sacar a Charlie del olvido y de darle el nombre que ahora ya circula por medio mundo. Y es que este esqueleto ya ha sido portada de la revista 'Volunteers', el órgano oficial de los brigadistas norteamericanos.

Ayán está convencido de que Charlie era un miembro de las brigadas internacionales que estuvo enrolado en la conocida como brigada Lincoln, integrada en la 15ª división republicana, y conformada por soldados de habla inglesa, principalmente, canadienses, ingleses, irlandeses y norteamericanos. La mayor parte de ellos abandonaron el frente en la primavera de 1938, pero algunos de los más veteranos y curtidos prefirieron continuar la guerra.

Por ahora, lo que se sabe de él es muy poco. Cayó bajo la metralla. Un fragmento seccionó en dos su fémur derecho y se incrustó profundamente en el hueso. Tiene nueve trozos de metralla alojados en el interior de su caja torácica. La explosión debió arrancarle la mano derecha; el cúbito aparece roto a la altura de la muñeca y no se han encontrado los restos de los dedos. El pie izquierdo se encuentra retorcido en una posición imposible bajo la pierna derecha.

Muerte heroica

Charlie cayó de espaldas, sobre su mochila, quizás, en la misma posición desde donde había estado disparando frenéticamente. El suelo apareció cubierto de casquillos de Mosin Nagant. Por eso, no es difícil hacerse la idea de que el soldado murió víctima del impacto de una granada o de un obús del ejército de Yagüe, que acabó masacrando a todos los defensores, 500 en total, que se quedaron para morir y permitir que el resto de sus compañeros, unos 25.000, pudiera retirarse.

El esqueleto descubierto ha abierto una viva polémica porque es de los primeros que se encuentra en una excavación de los escenarios bélicos de la guerra civil. Por lo tanto, no es un fusilado o un paseado ni yace en una fosa común. Simplemente murió en el frente, le robaron su casco, su arma y allí lo dejaron. ¿Y qué va a ser de Charlie, ahora?. Ni Ayán, ni Alfredo González Ruibal, lo saben. Ruibal es el director del equipo de cinco arqueólogos gallegos del Instituto de Ciencias do Patrimonio del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC) de Santiago de Compostela, que se encarga de parte de la investigación en colaboración con la Universitat de Barcelona (grupo Didáctica del Patrimoni) y la asociación Lo Rió, Associació per l'Estudi dél Patrimoni Arqueòlogic i Históric de les Terres de L'Ebre.

Este equipo multidisciplinar de arqueólogos y especialistas gallegos forma parte del proyecto Arqueología en la Guerra Civil y ya están curtidos en excavaciones y trabajos de campo relacionados con la contienda y los campos de concentración republicanos en Galicia. Este proyecto, integrado en la iniciativa internacional 'Ruin Memories' financiada por el Gobierno noruego, tiene como objetivo estudiar arqueológicamente la cultura material dejada por los conflictos contemporáneos, desde bases soviéticas abandonadas en el círculo polar ártico hasta estructuras de la 2ª Guerra Mundial en Escandinavia, pasando por los escenarios de la Guerra Civil Española.

Desde 2008
Arqueología en la Guerra Civil comenzó en otoño de 2008 con la excavación de trincheras en la Ciudad Universitaria de Madrid y, desde entonces, cuenta con la participación de especialistas gallegos. Se han hecho intervenciones en la batalla de Guadalajara (posición franquista en Abánades) y en el campo de concentración franquista de Castuera (Extremadura). Este mes de septiembre se amplió el proyecto al frente Norte, con la excavación de una posición republicana en el puerto de San Isidro, cerca de Puebla de Lillo (León) y en otra posición de la batalla del Ebro, con la excavación de la línea defensiva republicana de la Sierra de La Fatarella (Tarragona).

El proyecto contempla la interacción con las comunidades locales, la colaboración con asociaciones de aficionados y un amplio conjunto de actividades de Arqueología Pública, desde un blog, pasando por jornadas de puertas abiertas o publicaciones divulgativas.

"Lo cierto es que se trata de una experiencia inolvidable", asegura Xurxo Ayán en declaraciones a ELMUNDO.es. Y es que a pesar de estar curtido en excavaciones de todo tipo, el descubrimiento de esqueletos de personas que vivieron hace 70 años "te hace sentir más próximo a ellos" porque existe una "memoria social y colectiva" acerca de su muerte. "No es lo mismo excavar un esqueleto del calcolítico, que es memoria arqueológica, que descubrir a Charlie", asegura.

Ayán insiste en la importancia de este tipo de arqueología para entender nuestro pasado más reciente y lamenta que profesionales tan curtidos en este tipo de patrimonio tengan que emigrar porque en Galicia "esto no se puede hacer".

Las diferencias de cada frente

Las intervenciones del equipo de arqueólogos permiten reconocer la evolución del conflicto en toda España, la idiosincrasia de cada frente, los entresijos de las coyunturas políticas de la contienda y la vida cotidiana de los soldados, pero también permite conocer la reacción social actual, estudiando la memoria y el comportamiento de la gente ante los resultados de intervenciones que, para algunos, siguen siendo polémicas y poco científicas.

Fuente: Elmundo

dimarts, 20 de setembre del 2011

Los Sucesos de Cullera cumplen cien años



Hoy se cumplen 100 años de los conocidos como Sucesos de Cullera. El 18 de septiembre de 1911, una protesta obrera que empezó siendo una simple huelga, acabó con el asesinato del juez de Sueca y dos de sus subordinados a manos de los manifestantes. Los hechos se dieron a conocer incluso fuera de España e influyeron de forma importante en Cullera y Sueca.


El 18 de septiembre de 1911 era lunes. Las diferentes sociedades obreras y sindicatos de toda España habían decidido celebrar una huelga general en protesta por el reclutamiento forzoso para luchar en la guerra de Marruecos y Cullera no se mantuvo al margen. Los obreros de la ciudad cortaron las líneas telegráficas, levantaron las vías del ferrocarril, cerraron los diferentes negocios que había entonces en el pueblo para impedir que la gente fuera a trabajar e, incluso, impidieron que dos terratenientes locales fueran a ver sus arrozales, según cuenta el historiador Ricard Camil Torres.

El juez de primera instancia de Sueca, Jacobo López Rueda, fue informado de todo lo que estaba sucediendo en Cullera y decidió acudir a la población para poner orden. Se armó con una pistola y una coraza (chaleco) de cartón-piedra. Junto a él iban el secretario del juzgado, su hijo, un alguacil, un escribiente y un vecino de Cullera.

Según cuenta Torres, al llegar a la estación de Cullera el juez se encontró con Juan Jover, conocido popularmente como el Xato de Cuqueta. Junto a él estaba el jefe de la estación a quien los huelguistas habían impedido ir a Sueca para comunicar a la autoridad competente que las vías del tren estaban cortadas y no se podía restablecer el tránsito de trenes.

Encuentro con el Xato

El juez empezó a pedir identificaciones a los huelguistas y, como estos seguían levantando los raíles y otros huían del lugar, el magistrado sacó su arma. Entonces, se inició una discusión entre los huelguistas y el juez que acabó con la detención del Xato de Cuqueta y un tal Blanco, a los cuales hicieron subir a la galera (vehículo similar a la tartana) en la que iba el juez.

La galera entró en Cullera por la Calle Valencia, situada en el barrio obrero del Raval, y entonces la gente empezó a gritar «Que s´en duen els homes!», cuenta Torres. La noticia corrió como la pólvora y, cuando la galera llegó al centro de la población, la gente empezó a tirar piedras al vehículo. El Xato de Cuqueta y el Blanco aprovecharon para escapar.

«El juez de Sueca perdió los papeles e intentó imponer su autoridad disparando al aire», explica Torres, quien indica que la conducta del juez desató la furia de los huelguistas. El secretario del juzgado recibió una puñalada, aunque consiguió salvarse; mientras que el juez, el alguacil y el escribiente consiguieron esconderse en el ayuntamiento. El hijo del secretario se escondió en una casa.

El alcalde de Cullera, Joaquín Fenollar, y algunos concejales republicanos intentaron calmar a la gente y, cuando parecía que lo habían conseguido, entre las 2 y las 3 de la tarde, el juez de Sueca volvió a salir al balcón del ayuntamiento. López de Rueda preguntó a la multitud el motivo de su protesta y la gente respondió: «No volem la guerra».

El juez efectuó unos tiros al aire, «lo que enfureció más a la gente», cuenta el abogado y estudioso de los Sucesos de Cullera, Salvador Pedrós, y entonces los huelguistas asaltaron la casa consistorial. «Sacaron al juez a la calle y el Xato de Cuqueta le pegó un hachazo al juez en la cabeza», relata Pedrós, quien asegura que a continuación el Xato dijo: «A fet que l´he estrelat».

Aunque el historiador Santiago Pérez no tiene tan claro que fuera el Xato quien asesinó al juez. Pérez cuenta que «la muerte del juez se produjo de forma tumultuaria en el ayuntamiento». Después, «el Consejo Supremo de Guerra y Marina condenó, fundándose en las declaraciones prestadas, a doce de los acusados como coautores del asesinato del juez López de Rueda; Juan Jover fue uno de ellos y se le condenó también como coautor de los otros dos asesinatos», explica Pérez.

Ricard Camil Torres añade que el alguacil, Antonio Dolz, consiguió escapar y cruzar el río Xúquer, pero en la otra orilla los huelguistas lo atraparon, le ataron una piedra la cuello y lo lanzaron la río. Su cadáver fue rescatado al día siguiente.

El escribiente, Fernando Tomás, por su parte, murió en el hospital unos días después por las heridas que le infligieron. Uno de los acompañantes consiguió salvarse al esconderse en un diván del Ayuntamiento.

Campaña internacional: 50.000 firmas solicitando el indulto

Unos días después de los sucesos, los diputados republicanos Juan Barral y Félix Azzati visitaron la cárcel de Sueca, donde se encontraban los acusados y entonces se enteraron de que éstos habían sido torturados y, por eso, habían declarado cosas que no habían hecho, cuenta el historiador Torres. Los diputados se entrevistaron con el presidente del consejo de ministros, José Canalejas, e inmediatamente iniciaron una campaña de denuncia que tuvo eco a nivel internacional.

Periódicos como «´Humanité» y el «Daily News» criticaron la intención de condenar a muerte a los detenidos. Los anarquistas franceses y emigrantes españoles residentes en el país vecino repartieron panfletos criticando al juez de Sueca y denunciando las torturas sufridas por los detenidos. Además, se recogieron 50.000 firmas que pedían la conmutación de las penas de muerte, entre los firmantes estaba el escritor Benito Pérez Galdós, además de otras personalidades de la época.

El desencadenante del trágico final

Lo que empezó como una huelga la mañana del 18 de septiembre de 1911 acabó con el asesinato de un juez y dos de sus subordinados. ¿Qué desencadenó el trágico final? Los historiadores coinciden en señalar que la llegada de López de Rueda a Cullera y su actitud autoritaria, disparando tiros al aire, unido al hecho de las enemistades que tenía este magistrado con la clase obrera fueron factores clave.

Además, estamos hablando de una época en que la clase obrera luchaba contra elementos caciquiles y el juez representaba ese poder autoritario. Santiago Pérez indica que «aunque episodios similares se vivieron en España en los siglos XIX y XX, no creo que los hechos de sangre sean explicables solo en clave de cultura política propia de ese momento». Según este historiador, «a Jacobo López de Rueda se le atacó por su ejecutoria personal contra sindicalistas y republicanos, pero también por lo que representaba: era el garante de un orden social opresivo». Salvador Pedrós opina que «el juez nunca debería haber ido hasta Cullera para sofocar la protesta porque esa era la función de las fuerzas del orden público (…); si no hubiera ido no hubiera pasado nada», dice Pedrós.
A esta circunstancia hay que añadir el hecho de que el Xato de Cuqueta y otros de los condenados acumulaban ya un historial delictivo, por eso Santiago Pérez cree que «individuos concretos procesados por el juez pudieron también actuar por venganza personal».

Fuente: levante-emv

dimecres, 7 de setembre del 2011

Los dictadores más excéntricos

Muamar Gadafi es el tirano del momento. Mientras el conflicto se enquista en el campo de batalla en el que se ha convertido Libia, cada día se desvelan nuevas excentricidades del dictador que vienen a eclipsar las precedentes: cortejo de vírgenes guerreras, adoración secreta por Condoleeza Rice... Pero no nos engañemos: Gadafi tiene dura competencia en el puesto del dictador más excéntrico y sanguinario del mundo. Nuestro siglo ha sido prolijo en tiranos que, amén de cumplir con el manual del buen dictador - megalomanía, derroche, aniquilación de libertades-, han sido protagonistas de las anécdotas más extravagantes y macabras que se puedan imaginar. Estas son algunos de los personajes más abyectos que se han rendido ante su galopante síndrome de hybris.

Muamar Gadafi (Libia, en el poder desde 1969).
Detrás de esas gafas oscuras y ese aspecto imposible de folclórico beduino, se agazapa uno de los hombres más peligrosos del mundo. Imposible detallar aquí el prontuario criminal de Gadafi: asesinato de opositores, financiación de grupos terroristas, organización de atentados... sin contar con los horrores a los que está sometiendo a su pueblo, levantado contra él desde hace más de seis meses.
Su currículum excéntrico está casi tan nutrido como el criminal. Acompañado allá donde vaya por un séquito de vírgenes guerreras – que ahora le acusan de violación-, Gadafi ha montado su jaima en cada país que ha visitado, para recibir a los mandatarios a los que agasajaba con insólitos regalos. Es, además, un tirano completamente imprevisible, proclive a espectáculos dantescos: ha pedido a la ONU que disuelva Suiza –sí, el país-, ha intentado fusionar Libia con Egipto, Siria, Túnez y Sudán; ha acusado a EEUU de envenenar a su país con medicamentos, a Israel le ha responsabilizado del asesinato de Kennedy, y ha montado auténticos shows en cada uno de sus discursos.

En lo personal, Gadafi es un mar de contradicciones. Mientras aboga por los preceptos más fundamentalistas del islam, gusta de rodearse de sus ‘ángeles sexys’ y de coleccionar obsesivamente fotografías en primerísimo plano de la ex secretaria de Estado de EEUU Condoleeza Rice, a la que ha confesado su amor varias veces desde Al Jazeera. Adora profundamente combinar sus dos placeres de maneras insólitas: durante una cumbre de la FAO solicitó a una agencia VIP la compañía de 200 chicas jóvenes. Es probable que ninguna imaginara que lo que harían para el dictador es leerle durante horas el Corán.

Saparmuarat Niyázov (Dictador de Turkmenistán desde 1991 hasta 2006).
En Turkmenistán, hasta 2006, se tenían dos padres. Además del biológico, todos tenían un progenitor dictador: Saparmuarat Niyázov, que se proclamó "Padre de los Turcomanos" nada más llegar al poder, lo que anticiparía un reinado que reventó los límites de la megalomanía y la desfachatez. Como aprendiz aventajado del peor de los emperadores romanos, impuso un catálogo de excéntricas medidas exclusivamente dirigidas a reforzar el culto a su persona: cambió los nombres de los meses del año por los de sus familiares, pobló la antigua república soviética de estatuas suyas –incluida una de oro puro que gira para mirar siempre al sol-, y escribió la Biblia de los turcomanos, la Ruhnama. Este disparate es una recopilación de consejos alucinados de Niyázov que obligó a estudiar a los niños en el colegio, para volverlos más inteligentes y permitirles ir al cielo. Sólo si lo leían tres veces, claro.

Los médicos tuvieron que renunciar al juramento hipocrático para jurar fidelidad a Niyàzov y la Ruhnama, que fue incluso enviado en un cohete ruso para que los extraterrestres no fueran ajenos al privilegio de su sabiduría. Políticamente, su tiranía se sintetiza en una frase pronunciada por él mismo: "No hay partidos de la oposición, así que ¿cómo se les puede conceder la libertad?".

Por si sus ciudadanos no tuvieran suficiente con un país depauperado por los años de la dictadura soviética, además soportaron los atropellos y ridículas leyes de su alucinado tirano. Niyázov prohibió el ballet, el teatro, el pelo largo, la barba, el bigote, los dientes de oro, el playback, el maquillaje y declaró ilegales el sida o el cólera. Su último designio antes de fallecer en 2006 fue un ejercicio de coherencia con todo su mandato: mandó construir un zoológico con instalaciones para pingüinos y pistas de patinaje sobre hielo. Debería ubicarse en el desierto de Karakum, cuya temperatura media ronda los 50 grados.

Idi Amin (Tirano de Uganda de 1971 a 1979).
Durante los ocho años en los que Idi Amin estuvo al frente de Uganda, a sus súbditos no les quedó ni un resquicio del terror por conocer. El autodenominado Señor de las bestias de la Tierra y de los peces del mar llevó a cabo las monstruosidades más perversas de las que hay constancia, dejando 400.000 cadáveres a su paso. Asesinó a opositores, perpetró genocidios, desmembró a sus esposas cuando se cansó de ellas, retransmitió torturas por televisión, practicó el canibalismo con sus víctimas y constató, para muchos, la existencia misma del mal. Describirlo como 'monstruo' es empequeñecer pavorosamente sus crímenes.

Lo más aterrador es que el Hitler africano gozó de suerte durante toda su vida. Tuvo suerte cuando dio un golpe de Estado contra Obote y la atención internacional lo tomó como un simple cambio de poder. Tuvo suerte cuando Israel e Inglaterra se creyeron sus gestos de apoyo y su política de acercamiento, que más tarde sustituyó por el antioccidentalismo, el Islam y la brujería. Volvió a sonreírle el azar cuando retransmitía las ejecuciones de sus opositores por televisión, y nadie condenaba sus atrocidades. Suerte fue también que las atrocidades de los dictadores sudamericanos sirvieran de pantalla a las suyas propias: el mundo occidental había rebasado su límite de atención con las injusticias.
Suerte de que el film de Barbet Schroeder que le retrataba no fuera tomado en serio, y contribuyera a difundir la suya como una imagen de un gigante negro, con más pinta de bufón que de dictador. Pero aquel hombre que echaba a sus opositores a los cocodrilos, que seguía los preceptos de cualquier magia negra que se cruzase en su camino, que expulsó a los asiáticos del país, que tenía decenas de esclavos y que llevaba a sus hijos pequeños a las sangrientas ejecuciones, tenía poco de caricatura y mucho de monstruo. Y suerte, claro. Tanta, como para morir con placidez en 2003 rodeado de muchas de sus esposas y decenas de hijos en Arabia Saudí, sin que nadie le hiciera rendir cuentas por sus crímenes.

Mswati III (Rey de Suazilandia desde 1986).

Mswati III tiene catorce esposas, con sus catorce palacios; incontables coches deportivos, una fortuna difícil de delimitar; y un país bajo su yugo. Suazilandia suma poco más de un millón y medio de habitantes, cuyo destino está hipotecado: el 40% de ellos tiene sida y el 70% subsiste con menos de un euro al mes. La normalidad en Suazilandia consiste en ser huérfano. Hace casi cuarenta años -cuando el padre de Mswatti abolió la Constitución- que no oyen hablar de democracia, partidos políticos, manifestaciones, parlamentos o libertad. Aquellas mujeres que aprecian su vida se cuidan de no vestir pantalones.

Pero cada año hay un destello de macabra esperanza. Sus ciudadanos son obligados a mandar a sus mujeres vírgenes a la 'danza de los juncos' frente a su Rey, para que, entre contoneo y contoneo, el tirano encuentre una nueva doncella a la que construir una mansión y subir a cualquiera de sus numerosos jets, con el resto del harén. En Suazilandia, la fortuna reside en ser elegida en esta danza tribal, tan exótica como patética. Si es así, Mswatti destinará a la construcción de su hogar el doble que al presupuesto de Sanidad de todo el país, la cubrirá de joyas y podrá comer varias veces al día. Aunque el resto del país se muera un poco más, asfixiado medievalmente por los placeres nada tribales del último rey absoluto de África.

Robert Mugabe (Tirano de Zimbabue desde 1987).
Hubo un tiempo en el que Robert Mugabe fue un héroe, un auténtico salvador de su patria, luchador impenitente contra el régimen racista de Rhodesia del Sur. Lo fue, incluso con el primer fraude electoral. También con los primeros opositores 'ajusticiados'. Pero dejó de serlo. Treinta años después nadie detecta ya salvación o esperanza en este dictador despótico, responsable de la matanza de más de 20.000 personas por motivos étnicos; no hay heroicidad en ello, aunque Mugabe siga gobernando con puño de hierro otro de los países 'campeones' del sida.
Entre sus deshonrosos logros, está el haber convertido a su país en uno de los más pobres del mundo. Para ello generó una profunda crisis económica, disparó la inflación hasta un 160.000%, y actualmente expide billetes que ofrecen su valor en millones de dólares, y pone en el reverso de cada uno cuándo caduca su valor. Para expiar las culpas, encarceló a 4.000 empresarios y se retiró a descansar mientras su población fallece, prácticamente, de inanición. El 80% de los zimbabuenses no tiene empleo, y no llegan a celebrar más allá de su 36 cumpleaños. Salvo Mugabe.
Porque Mugabe no es un zimbabuense normal: él, cada año, se celebra a sí mismo. Celebra su llegada al mundo con una gran fiesta, porque él es muy piadoso con la estrechez ajena. Tanto, que todavía resuenan los ecos de su 85 cumpleaños en los que se consumieron 3.000 patos, 8.000 cajas de bombones, 4.000 porciones de caviar, 8.000 langostas, 100 kilos de mariscos... un opíparo menú que salió a las cuentas del país por algo más de un millón de dólares. Fue mala suerte que la onomástica del dictador coincidiera con el mayor brote de cólera de la historia del país, en el que murieron 3.000 personas y otras 60.000 enfermaron gravemente. Desde el otro lado del palacio, valorado en 100 millones de dólares, se hacía difícil escuchar nada.

Kim Jong Il (Dictador de Corea del Norte desde 1993).
De la imaginación de Walt Disney no habría salido un tirano mejor que Kim Jong Il: un pequeño hombre de pelo cardado, mirada malvada y ratonil, gesto perverso, y zapatos con plataformas. Por las rendijas del régimen sanguinario y oscurantista al que ha condenado a Corea del Norte se escapan retazos de las historias extravagantes sobre él, El Gran Líder, deidad de la que está prohibido hablar. Historias que podrían resultar cómicas si no acaecieran en un país con un armamento atómico de aterradora capacidad destructora, y 28 millones de personas ancladas en la miseria.
Kim Jong Il está entregado a su mayor pasión: la pornografía. Con los años y la constancia ha logrado crear una de las mayores pornotecas del mundo, que suma más de 22.000 películas para adultos, depositadas en una habitación creada al efecto. Porque el almacenaje es otra de las costumbres que provocan un extraño placer al tirano comunista: también cuenta con dos mastodónticos búnkeres excavados en mitad de la montaña donde almacena todos los regalos que otros mandatarios le han obsequiado a él y a su padre. Dividido en dos pabellones, lo llama el ‘museo internacional de la Amistad’, donde cada país tiene su vitrina y puede encontrarse de todo: limusinas, pieles de animales, Kaláshnikof, un lujoso tren de Stalin... millones de tesoros, a cada cual más inverosímil y absurdo.
Pero Kim Jong Il tiene un gran pesar, que no alivian ni sus orgías, ni sus viajes a estrambóticos burdeles de París, ni su existencia libertina y disoluta. Como buen sátrapa, el Gran líder soñaba con ceder el testigo de su maldad a alguno de sus vástagos, y perpetuar así la estirpe de los Jong Il inciada por su padre. Pero ninguno de los seis hijos que engendró con cuatro mujeres distintas ha heredado el gen tiránico. Todos han ido sucesivamente cayendo en desgracia por rocambolescos motivos, a la altura de la dinastía: a uno de ellos, perseguido por su fama de 'afeminado', se le pilló disfrazado en un concierto de Eric Clapton en Alemania; el siguiente huyó a Disneylandia con un pasaporte falso... y así sucesivamente.

Fuente: libertaddigital



dissabte, 27 d’agost del 2011

Unas excavaciones descubren en Valencia 52 metros de muralla ibérica



Las excavaciones que se están desarrollando en el yacimiento de La Carència, ubicado en el término municipal de Turís, han descubierto 52 metros de muralla ibérica y una de sus torres.


Según ha informado la Diputación de Valencia en un comunicado, un equipo de arqueólogos de su Servicio de Investigación Prehistórica ha realizado este hallazgo en este «oppidum» (colina o meseta fortificada).

La corporación provincial ha destinado 14.000 euros al desarrollo de estos trabajos que han sido desarrollados durante el mes de julio por un equipo de 17 estudiantes y licenciados en Arqueología e Historia por la Universidad de Valencia e Italia, tres arqueólogos y un técnico en topografía.

La directora de la excavación y conservadora del Museo de Prehistoria de Valencia, Rosa Albiach, ha destacado que «se ha podido documentar muy bien este tramo de su muralla» y obtener «importante información sobre su construcción y cimentación».

Para su construcción, ha precisado, se adaptó a la roca natural y para su cimentación se erigió un zócalo de piedras de 1,35 metros de altura con sillares de medida trabajados por la cara externa, y que alternaron con piedras irregulares, trabados en seco, de entre 1,30 y 1,55 metros.

Según Albiach, de pocas murallas ibéricas se sabe cuál fue su alzado dado que no se ha podido conservar, pero en este caso, gracias al los derrumbes que se han producido hacia el interior del «oppidum», ha podido conocerse cómo era la muralla y que tenía unos 5 metros de altura.

De la torre anexa a esta zona de la muralla, se pondrá al descubierto su planta completa en próximos trabajos, ya que de momento solo hay visibles tres de los cuatro muros.

La Carència es un poblado de gran extensión que tiene una continuidad de ocupación desde el Bronce Final, pasando por las épocas ibérica, romana republicana y romana imperial, hasta alcanzar el periodo islámico.

Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de las tierras valencianas tanto para la época ibérica como durante la romanización, con una ocupación puntual en época almohade.

El material cerámico, metal, vidrio y monedas hallados en el yacimiento nos indican que hubo una amplia relación comercial a nivel regional, peninsular y con el resto de pueblos del Mediterráneo.

Fuente: lavozdeGalicia

divendres, 26 d’agost del 2011

El naufragio del siglo


Arqueólogos suecos acaban de hacer uno de los grandes descubrimientos del nuevo siglo en el fondo del mar Báltico. Se trata de los restos del mítico «Mars», buque insigna y orgullo de la flota del rey Erik XIV, hundido en 1564, un barco de más de 80 metros de eslora que solo estuvo en acción dos días de feroz combate, en los que, sin embargo, su presencia cambió las reglas de la guerra naval en el norte de Europa.
Nada más aparecer la flota sueca en la batalla de Öland aquel 30 de mayo de 1564, la atención de la armada combinada de Dinamarca y Lübeck se centró en el impresionante buque insignia —el doble de grande que cualquier barco de entonces en el Báltico— y decidieron concentrarse en su caza, que duró dos días de guerra sin cuartel. El «Mars», también llamado «Makalös», el «Incomparable», es uno de los barcos de guerra más estudiados de la historia. Desplazaba 1.800 toneladas y estaba armado con 107 cañones (otros apuntan a 173 bocas de fuego de distintos calibres) y 800 hombres, la mayor parte de los cuales se hundió con él.
Durante el primer día de batalla, el almirante sueco Jakob Bagge mantuvo el barlovento con destreza, y por tanto la maniobrabilidad del «Mars». Ello le permitió rechazar múltiples ataques y hundir al menos un barco enemigo, además de dañar otros. El problema vino durante la noche, cuando la flota sueca perdió su formación y el 31 de mayo amaneció con el «Mars» escoltado tan solo por cinco o seis barcos. Los capitanes de la flota no habían alcanzado una posición óptima de combate, a pesar de la determinación del almirante.
Ese segundo día, los aliados concentraron con nuevos bríos el fuego sobre el enorme barco y al fin destruyeron, de un disparo certero, el timón del «Mars», lo que puso al buque insignia al alcance del enemigo e hizo huir al resto de la flota. Lo abordaron para cobrarlo como pieza. Sea como fuere, el fuego alcanzó un barril de pólvora y el buque entero estalló. Murieron más de 600 hombres de su tripulación y 300 de los enemigos que lo habían abordado. Tan solo un centenar de marinos fueron rescatados con vida. Entre los supervivientes se encontraba el almirante Bagge. Fue la única victoria naval de los aliados en la guerra de los Siete Años del Norte, aunque no sirvió de nada porque el impruedente almirante danés Hans Lauritzen perdió parte de la flota en una tormenta.
Por su tamaño y capacidad de resistir los ataques de una flota combinada, el «Mars» convenció a daneses y germanos (y, por supuesto, a los suecos) de la conveniencia de construir buques artillados más grandes. Ordenaron la construcción del«Fortuna» (danés) y el «Grosse Adler» (de Lübeck) en 1467, con 2.100 toneladas. El rey sueco Johan, hermano y sucesor de Erik botaría en 1573 el «Sant Oluf», de 3.500 toneladas, y ya nada sería igual: a pesar de las continuas refriegas contra la alianza germano-danesa, la política sueca de gran movilización de recursos permitió mantener la hegemonía en el mar a partir de la década de 1570. Y la flota les hizo dueños del comercio hacia Rusia.
Según el descubridor del «Mars», Richard Lundgren, ahora se prepara un equipo científico para dirigir los posibles trabajos de extracción. Suecia es territorio vedado a los cazatesoros y por ello Universidades, instituciones y empresas como la Global Underwater Explorers, de Lundgrun, participan en el proyecto, cuyos resultados irán a un museo. En España, con una historia naval aún más rica que la sueca, un proyecto como este aún no sería posible, ni soñando.
Tres hombres con muy diferente destino
HANS LAURITZEN, TORPE ALMIRANTE DANÉS: Hizo méritos para convertir su victoria sobre el «Mars» en la derrota de Dinamarca. Intolerante en el mando y tenaz en sus errores, destrozó la flota contra los escollos de Götland cuando fondeó sin oír las advertencias de la tempestad que llegaba.
ERIK XIV, EL REY PARANOICO: De gustos refinados, virtuoso del laúd y poeta, era mentalmente inestable. Encarceló a su hermano Johan. En un brote de esquizofrénico mató a varios miembros de la influyente familia Sture. Fue depuesto por Johan, que reinó desde 1569.
JAKOB BAGGE, EL GRAN GUERRERO PRESO: Almirante sueco, había huido de Dinamarca siendo niño. El destino lo devolvió preso a su país de infancia: sobrevivió al hundimiento del «Mars» en 1564 y estuvo preso en Dinamarca hasta 1571, tras la paz de Stettin.

Fuente:ABC

diumenge, 21 d’agost del 2011

Hallan un barco romano con 300 ánforas en la costa sur de Albania



Un equipo de expertos estadounidenses y albaneses ha hallado un barco romano con 300 ánforas que naufragó posiblemente en el siglo II a.C en Karaburun, en la zona de Albania donde se junta el mar Adriático con el Jónico.
Según declaró a Efe Auron Tare, miembro albanés del equipo de arqueólogos, la embarcación, de 30 metros eslora, se encontró al oeste de la isla de Sazan, frente a la bahía de Vlora, a una profundidad de 50 metros.
El barco fue descubierto por un robot de la nave científica estadounidense "Hércules", que desde hace cinco años rastrea el fondo de los mares Jónico y Adriático frente a las costas de Albania para crear un mapa de los patrimonios arqueológicos e históricos submarinos de este país mediterráneo.
Las imágenes facilitadas por el robot indican que a bordo del barco había 300 ánforas de tipo lambolia y otras dos más grandes que se usaban para el transporte del vino o aceite de oliva.
"Estas ánforas, típicas de la zona del Adriático, pertenecen a la segunda mitad del siglo II y la primera mitad del siglo I a.C, que coincide con el florecimiento del imperio romano, y se usaban para el transporte de vino y aceite", destacó Adrian Anastasi, miembro del Instituto albanés de arqueología.
Los restos de la nave podrán arrojar luz sobre los ilirios, que habitaban esta zona, y de sus relaciones con los imperios romano y griego.
Desde que comenzó su actividad hace cinco años, la expedición estadounidense-albanesa, patrocinada por la RPM Nautical Foundation, ha descubierto en aguas albanesas 20 embarcaciones hundidas, algunas en la I y II Guerra Mundial, y 15 en el mar Adriático que pertenece a Montenegro.

Fuente: EFE

diumenge, 14 d’agost del 2011

Descubren batería militar diseñada hace más de 200 años por ingeniero español



Un grupo de obreros que adelantaba trabajos en las playas de un exclusivo barrio de Cartagena de Indias (norte) hallaron una fortificación diseñada y construida por un ingeniero español hace más de 200 años, informaron hoy autoridades locales.

El hallazgo arqueológico fue presentado a medios de comunicación por la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo, quien destacó la importancia que tiene no solo para la ciudad, sino para el país y el continente, encontrar la construcción que aparecía en la cartografía de la época, pero que no estaba a la vista.

Detalló que la perdida batería de Pedro Mass data de finales del siglo XVIII y que hacía parte de un pequeño pero completo sistema de defensa conformado por dos baterías y un hornabeque que servía para proteger la zona norte de la ciudad.

"La batería de Mass", llamada así por estar en terrenos del hacendado Pedro Mass, fue construida por el ingeniero militar Antonio de Arévalo, ambos nacidos en España.

Esa construcción constituía junto con la batería de Crespo y el hornabeque de Palo Alto, aún enterrados, una de las primeras defensas que protegían a Cartagena del brutal asedio de los piratas y bucaneros que con sus naves surcaban el Mar Caribe.

"Estas eran dos baterías y un hornabeque que nunca habíamos visto, están en los primeros mapas a partir de 1783 aproximadamente, se construyeron en 1780 por el mayor ingeniero militar de la época no solamente para Cartagena, que fue Antonio de Arévalo, si no para Cádiz también", explicó a Efe la alcaldesa Pinedo.

"El mismo ingeniero militar que hizo estas baterías en forma de alas de gaviota fue el que hizo el castillo de San Felipe, el de San Fernando, el que hizo las bóvedas de Santa Clara, de manera que estamos ante una batería hecha por el mejor ingeniero militar de lejos que hubo en el mundo en ese momento", agregó la mandataria.

Agregó que "estas baterías son como los elementos más pequeños de las fortificaciones pero acompañadas por el hornabeque que son como dos medios baluartes protegían y apoyaban la defensa de la ciudad por la zona norte".

Estas fortalezas fueron erigidas a finales del siglo XVI y junto con otras dispuestas a lo largo y en el interior de Cartagena constituyeron la defensa de la ciudad, que sufrió descomunales ataques del almirante inglés Edward Vernon, en 1741.

Vernon condujo casi dos centenares de las mejores naves de guerra de la época que buscaban copar la ciudad, pero se encontraron con la fiera resistencia de los cartageneros, que obligó al afamado almirante a replegarse y huir.

El hallazgo, reconoció Pinedo, anima a la administración a buscar la otra batería y el hornabeque, ambos todavía enterrados, pero que al igual que el descubierto figuran en los mapas de la época.

Las fortificaciones fueron encontradas en la playa del barrio de Crespo, al norte de la ciudad, a unos 500 metros al oeste del aeropuerto internacional "Rafael Núñez", que sirve a Cartagena.

El arquitecto del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) Juan Manuel Lara explicó a Efe que este tipo de fortificaciones "normalmente tenían cañones" y que "esta batería, según los planos, aparece con seis cañones".

"La mayoría de los galeones, cuando venían de Europa, tenían que entrar por esta zona y una estrategia militar era tratar de desembarcar por este mar para poder penetrar directamente a Cartagena por el norte, pero entonces se les dificultaba bastante por los cambios climáticos y por los constantes cerramientos de agua que había", indicó Lara.

El arquitecto explicó que para la época Crespo estaba muy retirado de la ciudad, por lo que "el gobierno español determinó hacer unas fortificaciones en estos lugares para evitar los posibles desembarques, teniendo en cuenta que Vernon quiso desembarcar" por esa parte.

Las autoridades de la ciudad esperan ahora las determinaciones que tome el Gobierno central a través del Instituto Colombiano de Antropología e Historia para comenzar con la recuperación y preservación de estas fortalezas que hicieron que Unesco, en 1984, designara a Cartagena como patrimonio histórico de la humanidad.

Fuente: EFE

dijous, 11 d’agost del 2011

Un libro desvela que el 85% de los españoles presos en los 'gulag' soviéticos sobrevivió



La supervivencia de los españoles en los 'gulag', los campos de trabajo forzados en la extinta Unión Soviética, se situó en cerca del 85%, una cifra muy por encima a la que se registró en el caso de los campos nazis.

Así lo ha explicado, el catedrático de Historia Secundino Serrano, autor de un libro que saldrá en otoño, titulado Españoles en el Gulag. Republicanos bajo el estalinismo, con el que arrojará luz sobre un tema que ha pasado desapercibido en el estudio de la historia del Franquismo, la presencia de republicanos españoles en el 'gulag'.

Un triología sobre republicanos anónimos
Con el libro dará por culminada su trilogía sobre los republicanos anónimos que lucharon contra los totalitarismos, "contra Franco en España, contra Hitler en Alemania y contra Stalin en la URSS".

Ha explicado que "hubo contabilizados con nombre y apellidos" 185 españoles en el 'gulag', de los que 27 murieron, la mitad en el Círculo Polar Ártico y la otra mitad en Kazajistán.

Ha insistido además en que, a pesar de que los campos de trabajo forzado de la URSS fueron "verdaderas matanzas, no son comparables a los campos de exterminio nazis".

El punto de partida: unas fotos de carné
Esta investigación comienza en 2002 cuando, en medio de otro estudio sobre los españoles en la Segunda Guerra Mundial, halla en el Archivo General de la Guerra Civil en Salamanca un sobre con medio centenar de fotografías de carné en el que únicamente aparecía escrito: Karagandá, capital de la provincia del mismo nombre en Kazajistán.

Éste será el punto de partida hacia la reconstrucción de este episodio en el que un grupo de jóvenes españoles maltratados por su propia ideología regresan a España trece años después "desilusionados, anticomunistas, muy nacionalistas y, en algún caso excepcional, incluso con afinidades bastante franquistas".

Según Serrano, se trata de un grupo que "numéricamente no es relevante, pero que sí tiene una importancia cualitativa".

El 'Archipiélago Gulag'
El historiador ha destacado lo paradójico de este episodio de la historia del Franquismo que tiene como protagonistas a un grupo de marineros y aspirantes a pilotos españoles de ideología republicana, que acabaron prestando servicios forzados en algunos de los campos más significativos de los 76 complejos concentracionarios soviéticos, el conocido como 'Archipiélago Gulag'.

Se trata de un grupo de jóvenes que llega a la URSS con ideas de izquierdas o comunistas y que regresan a una dictadura, la de Franco, "pero encantados de la vida porque realmente los habían castigado de tal manera que eran felices por salir de Rusia".

El regreso de los que sobrevivieron al 'gulag' tiene dos momentos, uno de ellos el 2 de abril de 1954, cuando 38 de estos internados llegaron a Barcelona en un barco que se llamaba 'Semíramis', en el que venían a bordo 248 divisionarios, de la División Azul, y esos 38 republicanos, a los que se les dio un recibimiento espectacular.

Un millón de personas de toda España fue a recibirles, ha relatado Serrano, que ha añadido que estos jóvenes habían salido de la guerra cantando el 'Himno de Riego' y regresan trece años después en un barco en el que la banda sonora era el 'Cara al sol'.

Según ha dicho, el franquismo los utilizó propagandísticamente, se les recibió a estos 38 españoles republicanos lo mismo que a los divisionarios e incluso se les consiguió trabajo a todos. El segundo momento fue cuando regresaron a España con los 'niños de la guerra', entre 1956 y 1959.

Fuente: 20minutos

diumenge, 7 d’agost del 2011

El pueblo que resiste a la Memoria Histórica



Si alguna vez ha viajado desde San Lorenzo del Escorial a Ávila por la carretera C-505, probablemente haya dejado atrás el pequeño pueblo de Navalperal de Pinares, en la provincia de Ávila. Entonces, nada le habrá hecho reparar en que se trata de uno de los últimos callejeros con más reminiscencias franquistas de todo el territorio nacional, y que entre sus paredes aún conserva íntegro un callejero del periodo de la dictadura.

Sin embargo, un breve paseo por sus calles será suficiente para encontrar la avenida del Caudillo en el centro mismo del pueblo, las plazas contiguas del general Mola y de Onésimo Redondo, la avenida del 18 de julio o la calle del 8 de octubre. Incluso, si visita el Consistorio de la localidad, no tendrá dificultades para ver el escudo preconstitucional en la vidriera que lo preside.

Más de cuatro años después de que el Gobierno de Zapatero aprobara la polémica Ley de Memoria Histórica, este pueblo abulense de poco más de 1.000 habitantes se resiste como pocos al polémico texto, pese a las presiones de las asociaciones memorialistas. La última, una carta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), con fecha de 2 de marzo y dirigida al alcalde de la localidad, José Luis Bartolomé, del PP, en la que se instaba a un «cambio inmediato tanto en el callejero como en los espacios públicos de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura». Peticiones acompañadas de la advertencia de «retirada de subvenciones o ayudas públicas».

Lo cierto es que entre sus habitantes muy pocos se preocupan de su existencia. Es un tema que «no interesa en el pueblo», explica el alcalde, porque si «alguien viene al centro, viene a la plaza del pueblo, no a la del general Mola». Es más, a la avenida del Caudillo, «se la conoce como calle de la estación porque es lo que la gente identifica que hay en ella», afirma el primer edil. No obstante, ni mucho menos es contrario a su modificación pero sí que reclama ayudas económicas porque «el Ayuntamiento no tiene terrenos, no hay deudas pero tampoco dinero para acometer las reformas», explica.

Y es que «si cada placa cuesta 50 euros y son diez o veinte las que hay que cambiar…», todo tendría que ser costeado por los propios vecinos con impuestos extraordinarios. Pese a las dificultades, el alcalde que ha sido elegido por tercera vez con mayoría absoluta desvela que el próximo otoño planteará el cambio, para que los habitantes puedan aportar ideas que luego se debatan en el pleno. Precisamente, él propondrá que la del general Mola pase a denominarse general Gutiérrez Mellado. Aunque, eso sí, no se muerde la lengua: «Lo haremos aunque creo que es remover basura con una ley innecesaria y sólo sirve para enfrentar a las dos Españas». Y es que, a su juicio, «es más preocupante que la gente acampe a sus anchas en la Puerta del Sol, que en el País Vasco se retiren banderas españolas o que se destrocen capillas católicas en la universidad». «Mucho más que unas cuantas calles», protesta.

Ni la Delegación de Gobierno ni la Administración le han comunicado oficialmente nada. Pero se resigna, «si me lo piden ellos lo tendré que hacer porque si a un pueblo como el nuestro le retiran las subvenciones, le pueden hundir en la miseria». Tampoco el PSOE había planteado una moción de censura hasta ahora. De hecho, esta formación tuvo oportunidad de hacerlo en los ocho años que gobernó la localidad. Lo hará, sin embargo, en próximas fechas, según anunció a este diario el portavoz socialista de la localidad, Alejandro Narganes. Su versión contradice la del alcalde. «Aunque sea un pueblo tranquilo, hay tiranteces por el nombre de las calles», afirma Narganes y replica, «no es tantísimo el coste que supondría el cambio, sería una cantidad ínfima del presupuesto».

Al contrario de lo que se puede leer en su callejero, si por algo es conocido Navalperal de Pinares en los libros de historia es por su resistencia a las tropas nacionales en 1936. No en vano, nada más estallar la Guerra Civil, desde el 23 de julio hasta el 8 de octubre, el coronel del bando republicano Julio Mangada resistió a los ataques de las fuerzas de Franco con voluntarios procedentes de Madrid. Acontecimientos que se rememoran todavía hoy en el museo El Lavadero de la localidad.

Fuente: larazón

dilluns, 1 d’agost del 2011

Batallón 601: el ‘Escuadrón de los Millonarios’


Un grupo de jóvenes aristócratas se encontraba entre los elegidos por la RAF (Royal Air Force) para servir a su patria en uno de los escuadrones aéreos cuyos resultados fueron altamente efectivos: el Batallón 601. Sus integrantes eran excéntricos, deportistas y amantes de la juerga y la aventura; tampoco temían al riesgo y ponían en peligro sus vidas misión tras misión. No obstante, poseían una característica en común más llamativa: tenían dinero, mucho dinero.
La idea de formar el escuadrón salió de Lord Grosvenor, un miembro de la aristocracia británica que realizó el "reclutamiento" de sus hombres en el club White's, un exclusivo lugar de acceso restringido en el que se reunían los caballeros más selectos de Londres.
Lord Grosvenor era conocedor de cómo los candidatos eran jóvenes despreocupados, de buena cuna y con un gran afán de aventura, sobre todo de juergas.
Quiso medir la capacidad de aguante de los aspirantes, no solo realizando esfuerzos físicos, sino evaluando hasta qué punto eran capaces de comportarse bajos los efectos del alcohol. Por este motivo, una de las pruebas consistía en hacerles beber una gran cantidad de gintonics para comprobar si tras la ingesta de alcohol eran capaces de seguir comportándose como auténticos caballeros.
Fue un batallón exclusivo y elitista, al que se le conoció como "el Escuadrón de los Millonarios". Una de sus particularidades se basaba en que muchos de los aviones eran de propiedad privada y pertenecían a los pilotos; también hacían notar sus excentricidades vistiendo vistosas americanas rojas.
Tras el estallido de la II Guerra Mundial, al batallón 601 se le fueron incorporando otros pilotos, entre los que se encontraban jóvenes deportistas y aventureros que, aunque no pertenecían a la aristocracia, le dieron al escuadrón el equilibrio exacto para ser considerado como uno de los mejores y más efectivos de la RAF durante la guerra.
No obstante, no todo fue aventura, risas, juegas y diversión. De un total de 20 componentes, 11 de ellos perdieron la vida en acto de servicio. En su honor se erigió un memorial donde se le rinden los homenajes año tras año.
En 1957 el escuadrón fue oficialmente disuelto, pero en 1991, un grupo de aficionados a la aeronáutica y antiguos pilotos decidieron volver a crear el Batallón 601 reuniéndose periódicamente y recreando las aventuras que, medio siglo atrás, vivieron los verdaderos integrantes del "Escuadrón de los Millonarios".

Fuente: Alfred López

dimarts, 19 de juliol del 2011

El olvido entierra el cementerio moro



Es el único del norte de España, pero pocos lo conocen. Apartado de la carretera general que lleva a Luarca desde La Espina, ninguna señal viaria informa de su existencia y localización, por lo que pasa despercibido incluso entre los visitantes y curiosos que se acercan a la localidad valdesana de Barcia buscando el cementerio musulmán.


Los que hoy se acercan al arco de herradura de su entrada principal (antaño de color azul), se encuentran con la imagen de hace años: la de un enclave devastado por el paso del tiempo y ocupado por la maleza. La parroquia rural de Barcia-Leiján, propietaria de los terrenos en los que fueron enterrados soldados regulares movilizados por Franco para combatir en la Guerra Civil -«los moros», en el lenguaje que se empleaba en la época-, no dispone de fondos para recuperarlo. Con sus recursos, apenas pueden asumir limpiezas y desbroces periódicos.

No obstante, los vecinos no niegan que les gustaría adecuar el lugar para convertirlo «en una referencia de la Guerra Civil que pudiera ser visitada», indica el presidente de la entidad, Ricardo García Parrondo, que descarta su recuperación como lugar de enterramientos.

Pero para ello precisan colaboración y la única institución que parece dispuesta a ofrecerla es el Gobierno de Melilla. De hecho, a principios de año, a través de medios de comunicación locales, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, mostró su disposición a sumar esfuerzos con Barcia para «dignificar» el camposanto, aunque no concretó ninguna cifra.

Ante estas palabras, García Parrondo mantiene un optimismo moderado. Si bien las palabras de Imbroda representan un avance para la recuperación del llamado cementerio moro de Barcia, teme que todo quede en un mero «anuncio preelectoral», ya que «no se han puesto en contacto con nosotros para nada».

Centenario en Melilla

Con quien sí ha mantenido contactos en los últimos meses ha sido con el Cuerpo de las Fuerzas Regulares, un destacamento que este año celebra su primer centenario. Ante esta onomástica, representantes de la institución militar han solicitado a la parroquia rural información sobre el cementerio, a fin de que su historia pueda estar presente en los actos conmemorativos que ya se desarrollan en la ciudad de Melilla.

Estos actos ayudarán a divulgar la historia de un enclave del que poco se sabe. Construído en el año 1936, se calcula que, al menos, hay medio centenar de combatientes de las fuerzas franquistas enterrados por el rito musulmán (de costado y mirando a La Meca), aunque algunas voces apuntan que podrían ser entre 200 y 300 los cuerpos que recibieron sepultura en Barcia.

Entre los muros del recinto, que se conservan casi intactos y bordean los más de 3.000 metros cuadrados de superficie del camposanto, persisten también las ruinas de una mezquita inconclusa que fue abandonada tras la batalla de El Escamplero, en la ofensiva de Oviedo. 75 años después, estas ruinas comparten espacio con una vegetación que avanza a la espera de que las instituciones implicadas formalicen un compromiso para su recuperación.
 
Fuente: elcomercio

dilluns, 18 de juliol del 2011

A la caza del demócrata


"Si lo hubiera (un solo militar dispuesto a sublevarse en favor de la monarquía y en contra de la República), sería un loco, lo digo con toda claridad, aunque considero que también sería loco el militar que al frente de su destino no estuviera dispuesto a sublevarse en favor de España y en contra de la anarquía". Con esta amenaza incendiaba el parlamentario José Calvo Sotelo el debate del martes 16 de junio de 1936 en el Congreso de los Diputados.
El ruido de sables era algo más que un rumor en los pasillos de la Carrera de San Jerónimo cuatro meses después de que las izquierdas agrupadas en el Frente Popular obtuvieran 279 de los 448 escaños. Lo que desconocían sus señorías es que la violencia se apoderaría del Parlamento de tal manera que en los siguientes meses iban a morir medio centenar de aquellos representantes electos. Los golpistas persiguieron a socialistas, republicanos y comunistas a muerte hasta bien acabada la guerra. El diputado socialista Carlos Rubiera Rodríguez fue fusilado en las tristes tapias del Cementerio del Este el 7 de noviembre de 1942, tras su detención en Alicante en 1939.
"Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al Movimiento, aplicándose castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas", ordenó por escrito el general Emilio Mola en la primera de sus cinco "instrucciones reservadas" que firmaba como "El Director" y que envió el 25 de mayo a los militares rebeldes.
"Los representantes políticos cualificados eran los escogidos para las primeras tandas de la represión. Tenían claro quién tenía que ir primero y quién segundo", explica el historiador Francisco Espinosa, autor de Violencia roja y azul. España 1936-1950 (Editorial Crítica). "Fueron a por los diputados pero también a por alcaldes y concejales. De hecho, también eliminaron a muchos apoderados electorales porque tenían sus nombres desde febrero de 1936", explica.
Desde que el resultado electoral devolvió a la derecha a la oposición quedó claro que muchos en el Parlamento apostarían por "cambiar las urnas por las armas", como describe el historiador Julián Casanova en el volumen 8 de República y Guerra Civil (Editorial Crítica). En el capítulo Las raíces del enfrentamiento detalla las reuniones que los militares afines al exministro de la Guerra José María Gil Robles celebraban en casas de amigos del diputado de la CEDA.
"Serán encarcelados todos los directivos de partidos", escribió el general Mola". El 4 de julio el acaudalado Juan March aceptó aportar dinero para conseguir el avión que trasladaría a Franco desde Canarias a Marruecos. El avión, un De Havilland Dragon Rapide, fue alquilado dos días después en Inglaterra, con las 2.000 libras esterlinas que proporcionó March, por Luis Bolín, el corresponsal del periódico ABC en ese país", relata. Militares, diputados, banqueros y empresarios unidos contra la democracia y dispuestos a eliminar a sus rivales políticos en tapias de cementerios, cunetas y hasta el mar.
"Hay una planificación de sacar la guadaña con todos los dirigentes de carácter sindical y político que pudieran resultar referenciables para las clases medias", explica la historiadora Mirta Núñez, coordinadora de La gran represión (Editorial Flor del Viento). Núñez enlaza el fusilamiento de los diputados de izquierdas como una consecuencia de "la estrategia de difamación y propaganda catastrofista que llevó a cabo la derecha durante esa legislatura para justificar el golpe" a la legalidad democrática, detalla.
Una democracia representada en una generación de parlamentarios que causó baja en el Congreso de los Diputados el jueves 2 de febrero de 1939, ante la inminente invasión de Catalunya por parte de las tropas de los golpistas al mando de Francisco Franco que aquel mismo día firmó una orden para declarar la fe católica como única legal en España. Las incompletas fichas de los diputados en el Congreso reflejan esa fecha, el 2 de febrero, como su último día en la Cámara.
"Iban a cambiar las urnas por las armas", destaca Casanova. Sin embargo, el primer diputado electo en los comicios de 1936 en causar baja fue uno de los partidarios de reventar el Parlamento. José Calvo Sotelo murió tiroteado cinco días antes del 18 de julio en Madrid. Un mes antes, en el citado debate parlamentario, espetaba a los que le acusaban de golpista: "Para mí, el Ejército, no es en momentos culminantes para la vida de la patria un mero brazo, es la columna vertebral".
El 13 de julio de 1936, policías compañeros del teniente José del Castillo, asesinado por derechistas 24 horas antes, respondían a la muerte del guardia de Asalto con las armas. Calvo Sotelo fue disparado y llevado al depósito del Cementerio del Este. En su funeral, sus partidarios le despidieron con el saludo fascista. El golpe era inminente. Con la sublevación en marcha se produjo el asesinato de cerca de una veintena de diputados derechistas a manos de milicianos. "La República rechazó esos asesinatos y se puede comprobar cómo llamó a los milicianos a no tomarse la venganza por su mano. De hecho, controló los fusilamientos a finales de 1936", define Núñez.
La eliminación de los representantes del Frente Popular fue llevada a cabo con celeridad en todos los lugares por donde avanzaban los rebeldes. El diputado de Izquierda Republicana electo en Tenerife Luis Rodríguez Figueroa tomó un barco el 16 de julio desde Canarias a Cádiz. El 18 de julio llegó a la Península y se topó con el golpe de Estado. Acudió al Gobierno Civil a informarse y fue detenido por las tropas de la Legión, que lo embarcaron de vuelta a Tenerife. El 14 de octubre fue "puesto en libertad". Nunca volvió a casa. Como otros izquierdistas canarios fue hecho desaparecer en el mar.
Rodríguez Figueroa es uno de los 14 diputados del partido de Manuel Azaña elegidos en 1936 que fueron fusilados. Izquierda Republicana (IR) obtuvo en las elecciones 86 diputados, tres menos que el PSOE. Pese a su presencia mayoritaria, el recuerdo de sus diputados es escaso. No tienen quién les reivindique. "La gente no sabe que en las elecciones de 1977 se pudo presentar el PCE, pero no se legalizaron los partidos republicanos. Nadie desde la Historia se ha encargado de ellos", lamenta el presidente de la Fundación Manuel Azaña, Isabelo Herreros.
El PCE, que creció durante la guerra hasta convertirse en la única organización capaz de dirigir al Ejército, apenas consiguió un apoyo en las elecciones del 1936 de 16 diputados. Sin embargo, Calvo Sotelo, al frente de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) que obtuvo 87 escaños en una campaña bajo el lema "Contra la revolución y sus cómplices", se esforzó en acusar al Gobierno del republicano Santiago Casares Quiroga de dejar España en manos de la Rusia comunista. "Aquí hay diputados marxistas partidarios de la dictadura del proletariado y apóstoles del comunismo libertario", alarmaba en el Congreso.
A falta de una historiografía que reivindique el exterminio de los políticos de centro izquierda republicanos, Isabelo Herreros ha elaborado el único listado de líderes de IR represaliados. Entre ellos, destacan nueve gobernadores civiles de IR de los 11 que fueron asesinados. La saña de los franquistas se mostró salvaje en el caso del profesor Francisco Pérez Carballo, gobernador de A Coruña que se resistió en la sede del Gobierno Civil con un puñado de guardias de Asalto. A los cuatro días fue fusilado a los 27 años.
Su mujer, la bibliotecaria de la Universidad Central de Madrid y discípula entre otros de José Ortega y Gasset, Juana Capdevielle, embarazada, perdió su hijo al conocer la noticia, y fue detenida. Tras ser liberada y buscar refugio en casas de otros diputados republicanos como Victoriano Veiga o José García Ramos fue detenida de nuevo y asesinada en las proximidades de Rábade (Lugo) el martes 18 de agosto. El mismo día que en un lugar desconocido de Granada era asesinado Federico García Lorca por las mismas armas antidemócratas.
Los sublevados no pararon en su afán exterminador al término de la Guerra Civil. Su voluntad genocida les llevó a pedir la colaboración de la Gestapo en el sur de Francia. En el exilio fueron detenidos tres diputados electos en el Parlamento atacado por el golpe de Estado: Lluís Companys (ERC), Julián Zugazagoitia (PSOE) y Manuel Muñoz Martínez (IR). Los tres fueron víctimas de lo que los historiadores llaman represión legalizada. Es decir, la que aplicaron los franquistas en la posguerra al acusar a sus enemigos de rebeldes. Companys fue fusilado en el castillo de Montjuïc el 15 de octubre de 1940. Zugazagoitia fue acusado de rebelión y fusilado en Madrid el 9 de noviembre de 1940. Muñoz fue fusilado en Madrid tras un consejo de guerra el 1 de diciembre de 1942.

Diego Barcala(Publico.es)

dilluns, 4 de juliol del 2011

Francisco de Sarmiento, el Alatriste burgalés


Supo que morirían todos cuando desde el torreón más alto de la fortaleza vio que la costa se iba llenando de barcos turcos, una flota inmensa que apenas permitía ver la línea del horizonte. Hacía mucho calor y las gaviotas rasgaban el aire alocadas, febriles. Puede que en ese instante Francisco de Sarmiento recordara su hogar, tan lejano y tan distinto de aquel rincón del mundo adonde le había llevado el destino. Los juegos de infancia en las laderas rematadas por otro castillo, el de Burgos, tan diferente de aquel que estaba a punto de defender con su vida; su hogar levantado al abrigo de la iglesia de San Esteban; la estirpe familiar de guerreros nobles que descendía del infante Juan Manuel, hijo del castellano rey Fernando III El Santo; su espíritu militar forjado en las guerras castellanas antes de integrar el glorioso ejército imperial...


Allí abajo había 20.000 otomanos a bordo de galeras y galeotes; por tierra, le habían informado sus hombres que se acercaban hasta 30.000 enemigos cargados de artillería. Ellos eran apenas 4.000. Estaban ya escasos de alimentos y tenían la certeza de que nadie iría a socorrerlos. Pero eran un tercio español, unidad militar que llevaba décadas exhibiendo su poderío en todo el mundo, un ejército de profesionales cuyo valor había traspasado fronteras para construir el mayor imperio que vieron los siglos. Un tercio español no se había rendido nunca en el campo de batalla. Y el Tercio Viejo de Nápoles que comandaba aquel burgalés adusto y bravo no iba ser el primero. Sarmiento se acarició el ala del sombrero, la mano sobre la espada. Con gesto solemne, tras meditar en silencio, ordenó a sus capitanes que lo dispusieran todo.

Era el mes de julio de 1539. El sol ya nunca se ponía en el Imperio Español. El emperador Carlos V gobernaba el mundo con mano de hierro, rodeado de enemigos. Uno de los principales era Solimán El Magnífico, sultán del Imperio Otomano que disputaba la hegemonía española en el Mediterráneo más oriental. Sólo un año antes, los españoles había reconquistado un enclave estratégico en Dalmacia, en la actual Montenegro: Castelnuovo. Pero Solimán El Magnífico estaba decidido a recobrarlo sabedor de que el monarca español tenía demasiado frentes abiertos, y que aquel era uno de sus puntos más débiles. Para ello contrató a Barbarroja, corsario que había exhibido una pericia sin igual en las viejas aguas del Mare Nostrum.

Pero Francisco de Sarmiento no era un militar cualquiera. Forjado en las guerras comuneras de su Castilla natal, en 1531 se convirtió en capitán del primer tercio que combatió en Italia. Su valor fue tenido muy en cuenta, porque poco después fue ascendido. En ese momento era maestre de campo o comandante del Tercio Viejo de Nápoles, encargado de controlar Nápoles, así como las provincias de Benevento o Caserta; islas como Capri; guarniciones como Castel de Oro o Rocasecca; y plazas como la de Castelnuovo, que, aunque en Dalmacia, estaba frente a Nápoles. Sabedores de que Solimán quería reconquistar esta última, el grueso del tercio se acantonó en el castillo.

La diferencia de fuerzas era enorme, abismal. Pero no importó. Los españoles demostraron desde el principio su fama de irreductibles. Durante días, los turcos habían estado cavando trincheras para ubicar bien la artillería; los españoles les sorprendieron varias veces con escaramuzas que entorpecieron ese labor y causaron bajas: como fantasmas silenciosos, varias noches cientos de españoles salieron del castillo y mataron a muchos otomanos. La primera ofensiva se saldó con miles de bajas turcas. La segunda, más de lo mismo. Barbarroja comenzó a irritarse y dispuso que el castillo fuera salvajemente asediado. En aquellas primeras jornadas se produjeron 6.000 bajas otomanas por sólo cien españolas.

«vengan cuando quieran». Ambos ejércitos sabían que no había posibilidad alguna de victoria española. Por eso, el 23 de julio, un día antes de la gran ofensiva otomana, Barbarroja hizo a los sitiados una oferta generosa: los dejaría marchar a Italia sin atacarlos si deponían las armas. No resulta complicado imaginar a Francisco de Sarmiento meditar aquella propuesta. Tal vez se mesara la barba, el ademán reflexivo; puede que se asomara a la más alta almena y sintiera vértigo al ver alrededor del castillo a 50.000 hombres; puede que echara un vistazo a los suyos: hambrientos, cansados y mal vestidos pero con la mirada fiera, digna, valerosa. Se sabe que el comandante burgalés habló con sus capitanes; y que la respuesta fue escueta pero clara: «Vengan cuando quieran».

Barbarroja montó el cólera y atacó con todo durante días. Los españoles se fajaron como titanes. Tanto que muchos otomanos, incluido su jefe, tuvieron que recular y regresar a los barcos. Pero el número de hombres acabó imponiéndose pese a que el 5 de agosto el saldo era poco menos que increíble: 20.000 turcos muertos por 3.000 españoles. Ya con la barbacana derruida Barbarroja ordenó el asalto definitivo y con una orden expresa: quería la cabeza de Francisco de Sarmiento. Los españoles, con el burgalés al frente, se batieron cuerpo a cuerpo a pica, espada y cuchillo. No se rindieron y lograron expulsar a los atacantes. El castillo de Castelnuovo no cayó hasta el día 7. Murieron todos los españoles, Sarmiento incluido, y sólo fueron hechos prisioneros doscientos hombres, todos heridos. Barbarroja ordenó degollar a la mitad; el resto fueron enviados a cárceles de Constantinopla.

Posiblemente no fueran los hombres más honestos ni los más piadosos, pero a fe que fueron unos hombre valientes. Este remedo del arranque de la novela de Arturo Pérez-Reverte sobre su literario espadachín español Diego Alatriste y Tenorio podría extrapolarse perfectamente a la figura real del soldado burgalés Francisco de Sarmiento y a sus hombres. La gesta de Castelnuovo se conoció en todo el mundo, lo que contribuyó a incrementar la leyenda de los tercios españoles, que aún se extendería durante siglos por otras latitudes. La heroicidad del Tercio Viejo de Nápoles, conocido también como Tercio de Sarmiento en honor de su comandante burgalés, ha sido comparada en la historia con la de los 300 espartanos de la Batalla de las Termópilas.

Cuentan algunas crónicas que años después, en 1545, entró en el puerto de Messina un barco tripulado por presos fugados de los penales de Constantinopla entre los que se encontraban supervivientes del Tercio de Sarmiento. La gesta de los españoles fue cantada por poetas de la época. Para la eternidad estos versos de Gutierre de Cetina, soneto inmortal titulado A los huesos de los españoles muertos en Castelnuovo: «Héroes gloriosos, pues el cielo/os dio más partes que os negó la tierra/ bien es que los trofeos de tanta guerra/ se muestren vuestros huesos por el suelo./Si justo desear, si honesto celo/ en valeroso corazón se encierra,/ ya me paresce ver, o que se atierra/ por vos la Hesperia vuestra, o se alza a vuelo:/ No por vengarnos, no, que no dejasteis/ a los vivos gozar de tanta gloria/ que envuelta en vuestra sangre la llevasteis,/ sino para aprobar que la memoria/ de la dichosa muerte que alcanzasteis/ se debe envidiar más que la victoria». Amén.
 
Fuente: Pérez Barredo (Diario de Burgos).