La gigantesca estatua en bronce de Alejandro Magno levantada en la plaza central de la capital de Macedonia, Skopie, junto al arco del Triunfo, ha encolerizado a los griegos.
El Gobierno de Atenas ya denunció la semana pasada como una provocación este monumento, inaugurado ayer, declarando que “hipotecaba” las perspectivas de Macedonia de ingresar en la Unión Europea. Macedonia y Grecia reivindican a Alejandro Magno como parte de su patrimonio histórico.
Grecia está bloqueando la entrada de Macedonia, la ex república yugoslava independizada en 1991, en la UE porque no acepta que se llame así. Considera que el nombre de Macedonia es parte de su patrimonio nacional y bloquea el reconocimiento internacional de su vecino y las aspiraciones de Skopie de entrar en la UE mientras no decida otro nombre. Grecia teme que Macedonia tenga ambiciones territoriales sobre su provincia del norte, llamada también Macedonia.
La estatua ecuestre del gran conquistador de la antigüedad tiene, con la peana, una altura de 22 metros –más de siete pisos–, pesa 40 toneladas y ha costado unos nueve millones de euros. Su nombre oficial es Guerrero a caballo para no provocar a Atenas, pero el rostro es el que normalmente se atribuye al célebre dirigente.
La semana pasada comenzó el ensamblaje de las piezas de la obra de la escultora macedonia Valentina Stevanovska, procedentes de Italia. El Gobierno de Macedonia decidió en el año 2007 financiar la ejecución del monumento, un año después de bautizar al aeropuerto de Skopie con el nombre de Alejandro Magno, algo que ya exasperó a los griegos.
Centenares de ciudadanos se desplazaron ayer al centro de la capital para contemplar y fotografiar el monumento, del que se sentían orgullosos. “Por fin Alejandro está en casa y puede quedarse”, dijo Goran, que llevó a consigo a su hijo. La estatua es la pieza central de un controvertido proyecto del Gobierno llamado Skopie 2014 destinado a recuperar la antigua gloria de Macedonia.
La oposición denuncia el que se hayan malgastado 200 millones de euros en uno de los países más pobres de Europa, con un tercio de la población por debajo del umbral de la pobreza y un 30% de paro. El 3% de crecimiento que el FMI preveía para el 2010 se redujo al 1%.
Fuente: Lavanguardia
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